Purísima del Rincón, Gto.- En meses recientes el costo los fertilizantes ha aumentado por diversos factores. Antes de esto, en El Bajío la fertilización representaba entre el 35 y el 40% del costo total de producción para maíz y cereal de grano pequeño. Hoy en día, la fertilización ocupa hasta el 50% del costo total de producción, señala Francisco Buenrostro, coordinador del área de fertilidad de MasAgro Guanajuato —programa de la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural (SDAyR) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)—.
Ante este contexto adquieren relevancia los proyectos de escalamiento de fertilidad integral que se desarrollan en el marco del citado programa. El objetivo de estos es que los productores, proveedores de fertilizantes o las sociedades de producción rural dispongan de información confiable —sobre aspectos que permitan mejorar la eficiencia en el uso de fertilizantes, tales como fuente, cantidad, momentos y formas de aplicarlos— para disponer de mezclas de fertilizantes adecuadas para los suelos de una región específica.
En esta estrategia —en la que participan productores, proveedores de fertilizantes, sociedades de producción rural, investigadores, gobiernos municipales y MasAgro Guanajuato—, el trabajo conjunto de los actores involucrados puede resultar en la implementación gradual de la estrategia de fertilidad integral en nueve municipios en donde ya se desarrollan acciones para optimizar el uso de fertilizantes y, consecuentemente, incrementar la productividad y minimizar los impactos al ambiente.
La fertilidad integral es un concepto que hace referencia a la administración de los nutrientes mediante un enfoque llamado “las 4Rs” —generado por el Instituto Internacional de Nutrición Vegetal (IPNI)—, es decir, la aplicación de la fuente correcta, en la cantidad, la forma y el momento correctos, ya que este enfoque también se puede abordar desde la respuesta a cuatro preguntas: ¿qué?, ¿cuánto?, ¿cuándo?, y ¿cómo?
Para determinar cuál es la fuente correcta y cuánto, cuándo y cómo es mejor aplicarle, a través de esta iniciativa se realizan análisis de suelos —se capacitan productores y técnicos para tomar muestras de suelo que son enviadas a un laboratorio—, y mapas de fertilidad —científicos del CIMMYT generan mapas de fertilidad que muestran la concentración de nutrientes. Así se identifica qué nutrientes hacen falta (o si hay suficiente o en exceso) y en dónde—.
Con esta información los proveedores de fertilizantes, con el soporte del CIMMYT, pueden mejorar o adecuar las mezclas para brindar una fuente de fertilización apropiada para cada zona o municipio. Además, junto con el equipo de MasAgro Guanajuato, se generan recomendaciones para corregir y mejorar la fertilidad y, junto con los gobiernos municipales, se capacita a productores y técnicos.
En municipios como Purísima del Rincón y Valle de Santiago se han instalado además parcelas demostrativas en terrenos de productores para validar las recomendaciones . Al comparar el esquema convencional contra la propuesta de fertilidad integral en dichos espacios se ha encontrado que en aquellas parcelas donde se ha implementado la estrategia de fertilidad integral ha habido un incremento de la producción de hasta 15%, lográndose reducir la cantidad de aplicación de fertilizantes entre 30 y 40% por tonelada producida.