Guerrero.- En México hay alrededor de 200 plaguicidas catalogados como altamente peligrosos que se encuentran prohibidos en muchos países, pero que están autorizados para ser aplicados en diversos cultivos. Se ha señalado que algunos son potencialmente cancerígenos, disruptores hormonales y que afectan la reproducción. Actualmente existen en el mercado más de seis mil ingredientes activos que, adicionados con otras sustancias dan unos 100 mil productos comerciales.
Ante este amplio abanico de productos y debido a los recientes cambios en la normatividad para el control de sustancias altamente peligrosas, muchos productores han manifestado que su principal preocupación sobre este tema radica en el desconocimiento de opciones para hacer un adecuado control de plagas y malezas.
Para brindar información sobre las alternativas existentes, el pasado 22 de abril la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural del estado de Guerrero, la Confederación Nacional Agronómica y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) a través de su Hub Pacífico Centro, organizaron una capacitación sobre Manejo Agroecológico de Plagas, impartida por el doctor Fernando Bahena Juárez, investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP).
El Manejo Agroecológico de Plagas es un enfoque integral que apuesta por restaurar la biodiversidad funcional de las parcelas y busca atender las causas que originan las plagas. En este sentido, no busca exterminarlas, sino regular sus poblaciones para que no causen daños económicos significativos. A través de este conjunto de prácticas sustentables (como el monitoreo y el uso de trampas con feromonas) también se busca minimizar el uso de plaguicidas químicos mediante el control biológico, el cual tiene amplias ventajas para la salud humana y del medioambiente.
En la capacitación participaron más de 200 personas de diversos puntos de México y otros países quienes conocieron cuatro alternativas generales para hacer la sustitución de plaguicidas altamente peligrosos:
1.- Productos de extractos vegetales
Tradicionalmente para el manejo de plagas se han utilizado plantas que pueden tener algún efecto como insecticidas, fungicidas, repelentes, inhibidores, atrayentes y disuasivos. Existen muchas especies, dentro de las que se encuentran el nim, chirimoya, chile, eucalipto, tabaco, higuerilla, chicalote, ruda, cempasúchil, u otras especies aromáticas utilizadas en la cocina mexicana, como el ajo, cebolla , clavo, pimienta, por citar solamente algunas.
2.- Biorracionales (productos minerales, jabones, etc.)
Son productos de origen mineral como el Silicio, el Caolín, o de productos preparados a partir de algunos materiales como la cal, el azufre o las cenizas, como podría ser el caldo sulfocalcico o el caldo ceniza. Dentro de esta categoría se incluyen las múltiples formas o presentaciones como jabones que pueden tener efecto en el cuerpo de los insectos.
3.- Bioplaguicidas (bacterias, hongos, virus, etc.)
En este caso el ejemplo más importante al nivel internacional es el uso de la bacteria Bacillus thuringiensis. Entre las cualidades de esta bacteria usada como insecticida, destaca una alta especificidad hacia larvas de lepidópteros (variedades como la kurstaki y aizawai).
En esta categoría también se encuentran algunos hongos, particularmente de las especies Metarhizium anisopleae y Beauveria bassiana. Otros serían Enthomophtora spp., Paecilomyces fumosoroseus y Lecanicillium (=Verticillium) lecanii. La eficiencia de estos productos se ha demostrado ampliamente contra varios grupos de insectos plaga.
4.- Plaguicidas sintéticos de bajo impacto ambiental
En general, para México muchos de estos productos se pueden reconocer por mostrar una banda o línea verde en la parte inferior del envase.
El doctor Bahena aseguró que las alternativas presentadas están orientadas a poder implementar el Manejo Agroecológico de Plagas con mayor probabilidad de éxito. La selección de la alternativa a usar dependerá del tipo de plaga y cultivo y en la mayoría de los casos se trata de alternativas complementarias entre ellas. Lograr sustituir plaguicidas altamente peligrosos por otros de bajo impacto, así como reducir gradualmente el número de aplicaciones por ciclo agrícola deben ser considerados como avances muy importantes hacia la sostenibilidad y a una agricultura más agroecológica, concluyó el investigador.
Si quieres conocer mayor detalle y más opciones para la sustitución de plaguicidas altamente peligrosos, no te pierdas el siguiente número de la Revista EnlACe. Puedes consultar los números anteriores aquí: https://idp.cimmyt.org/divulgacion/revista-enlace/