El CIMMYT participó en el lanzamiento del reporte de la Comisión EAT-Lancet ‘Nuestros alimentos en el Antropoceno: dietas saludables a partir de sistemas alimentarios’, que nos ayuda a visualizar, desde la Agricultura Sustentable, las soluciones que nos permitan hacer frente a los retos del sector agroalimentario.
Por: Hugo F Castellano y Francisco Alarcón. Divulgación CIMMYT
4 de marzo de 2019.
Ciudad de México.- Se realizó la presentación del informe ‘Nuestros alimentos en el Antropoceno: dietas saludables a partir de sistemas alimentarios sostenibles’ de la Comisión EAT-Lancet en el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), de la Secretaría de Salud. Es la primera evaluación integral sobre cómo alimentar a una población mundial en crecimiento con una dieta saludable dentro de límites ambientales sostenibles.
El INSP presentó los resultados junto con la Comisión EAT-Lancet. En el evento participaron el doctor Bram Govaerts, director global de Innovación Estratégica y representante regional para las Américas del CIMMYT, y Víctor Villalobos Arámbula, titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER).
En su intervención, el doctor Govaerts enfatizó que, para hacer frente a los retos del sector agroalimentario, la labor de investigación del reporte “representa un punto de partida de diálogo multidisciplinario y multisectorial”. “Las recomendaciones aquí vertidas, con base en la ciencia, enmarcan bien los grandes retos para los sistemas agroalimentarios, los cuales no sólo queremos que produzcan volumen, sino también nutrición y una dieta adecuada, generando la conservación del medioambiente”, mencionó.
También enfatizó el papel del productor como un actor central dentro de las estrategias que permitirán hacer frente a los retos del sector agroalimentario; en su exposición dijo que “si alguien puede manejar un sistema integral, es el productor. Si alguien sabe cómo cuidar un paisaje, si alguien es consciente de que si hoy contamina el agua, mañana no va a cosechar, es el productor”. Llamó además a integrar al productor en la reflexión y el análisis de los desafíos agroalimentarios. Y resaltó la necesidad de “cambiar el concepto de suficiencia de comida por comida disponible, accesible y de suficiente calidad”.
“Sin paz y seguridad nacional no generamos sistemas agroalimentarios sostenibles, pero sin sistemas agroalimentarios sostenibles tampoco generamos paz”, expresó Govaerts.
Respecto del escenario presente en México planteado en el reporte, el doctor Govaerts advirtió que “si seguimos como hoy estamos produciendo y notamos el impacto en varios de los factores importantes, como agua, emisiones de gases de efecto invernadero, tierra, nitrógeno y fósforo, vemos que un statu quo proyectado a 2030 solamente empeora la impresión negativa que tenemos del sector agrícola sobre estos parámetros”.
Las innovaciones en prácticas de producción, la reducción de desperdicios y el cambio de dieta podrían generar un impacto positivo solamente con la integración de estos elementos. Sobre este concepto, planteó la necesidad del trabajo en conjunto. “Nadie solo va a poder lograr estos tres elementos al mismo tiempo. Para ello necesitamos reflejar cómo podemos transitar del diagnóstico a la acción”. En ese sentido, el especialista planteó, entre otras gestiones, el “codiseño de prácticas tecnológicas e innovaciones que integren fundamentos científicos con el conocimiento rico que posee México”.
También consideró importante lograr “el desarrollo y la gestión de datos para la toma de decisión del productor y los otros actores a lo largo de la cadena”. “Si no transformamos los datos en información, no lograremos los objetivos agroalimentarios”, dijo Govaerts, y señaló a la educación básica como un componente de importancia para desarrollar capacidades a lo largo de la cadena productiva.
Además, se mencionó el cuidado de los suelos para mejorar integralmente la calidad productiva, así como el cuidado medioambiental con una reducción de deforestación, lo que “implicará aumentar los rendimientos en los terrenos que ya tenemos, pero también integrar la función de medioambiente y la función de agricultura, dando valor al rol del productor” en el cuidado de los recursos naturales. Otro elemento importante fue lograr la diversificación de cultivos, lo cual reduce enfermedades y aumenta el ciclo de nitrógeno y carbono.
“México puede sentirse orgulloso por el liderazgo que ha tenido (en materia agroalimentaria), y tiene las bases para seguir el mismo liderazgo”. Govaerts destacó en su ponencia la necesaria integración de “pequeños, medianos y grandes productores, pues la resiliencia viene de la diversidad. Cada uno de estos productores tiene un rol que jugar”.
“Requerimos redes de innovación y de empoderamiento, en las cuales la ciencia llega hasta el productor, que es quien ofrece el conocimiento a la misma ciencia, donde incorporamos socios públicos y privados con un enfoque agroecológico de producción”. Finalmente, el doctor Govaerts convocó a una labor conjunta de los diferentes sectores para lograr los cambios necesarios para enfrentar los desafíos de la agricultura y la alimentación en México y a nivel global “porque México sí puede ser líder en sistemas agroalimentarios con innovación y sustentabilidad”.