Durante un evento demostrativo en la plataforma de investigación MasAgro Guanajuato, ubicada en el municipio de Acámbaro, productores de esta región realizaron un recorrido para conocer los beneficios del cultivo asociado avena-ebo como forraje para alimentar el ganado o como alternativa para la vinculación de los productores al mercado para mejorar su ingreso.
Como parte de las actividades en la plataforma, los asistentes también fueron testigos del arranque del sistema de riego por pulsos, una técnica que es útil para mejorar la eficiencia del riego y promover el uso responsable del agua en la región. La explicación y operación del sistema estuvo a cargo de los ingenieros José Ascensión Hernández y José Cervantes Carpio, colaboradores de MasAgro Guanajuato.
Los ingenieros explicaron los detalles del sistema de riego por pulsos, que consiste en aplicar agua a los surcos por medio de un dispositivo que abre y cierra las compuertas en intervalos de tiempo, donde la distribución del agua se realiza a través de una válvula mariposa o “T” que abastece a dos tubos laterales ubicados en la cabecera del surco y asegura a cada uno de ellos un caudal regulado y uniforme, con muy baja presión de entrega, mientras que el agua se distribuye por medio de un tubo con orificios regulables. La apertura y el cierre de la válvula de campo se acciona automáticamente a través un controlador del tipo “star”, que funciona mediante energía solar. De esta forma, se generan períodos alternados de mojado y secado sobre la superficie del surco. A estas aplicaciones que se realizan intermitentemente se les denomina pulsos de riego.
Con respecto a la utilidad y los beneficios de sembrar avena-ebo, la ficha tecnológica elaborada por el ingeniero Manuel Mora Gutiérrez, investigador del INIFAP, que expuso el ingeniero Manuel Avelino, coordinador técnico de MasAgro Guanajuato, establece que en el patrón de cultivo ebo-avena (una leguminosa con una gramínea) se tiene una fuente rica en proteína y energía, con niveles apropiados de fibra, rica en calcio y de alta palatabilidad. La avena funciona como tutor del ebo y proporciona el complemento de fibra, mientras el ebo ofrece alta proteína y alta digestibilidad al forraje.
Son forrajes alternativos al cultivo de alfalfa, tienen calidad similar pero mayor potencial de producción en materia seca en el ciclo otoño-invierno, periodo en el que la de alfalfa disminuye. Su producción de materia seca es superior a las 12 toneladas; la de alfalfa es de alrededor de 6 toneladas por hectárea en el periodo de invierno. Con relación a la calidad del forraje, el ebo-avena contiene alrededor de 27% de proteína, mientras que la alfalfa contiene 24%.
Manejo agronómico
Fecha de siembra:
15 de nov-15 de enero.
Fecha de corte:
80-100 días (el ebo en floración y la avena en estado de llenado de grano).
Otra opción utilizada es hacer dos cortes, el primero a los 65 días y el segundo 65 días después del primer corte.
Densidades de siembra:
96 kg de ebo y 24 kg de avena, para un total de 120 kg/ha de la mezcla.
40 kg de ebo y 60 kg de avena, para un total de 100 kg/ha de la mezcla.
50 kg de ebo y 50 kg de avena, para un total de 100 kg/ha de la mezcla.
En la plataforma 55 ebo y 65 avena, se programó para 50 y 50.
Fertilización:
La dosis de fertilización es de 160-40-00 (NPK).
Usos:
Se puede utilizar verde, henificado, ensilado o directamente en el pastoreo
En general, se pueden obtener producciones superiores a las 12 toneladas de materia seca. La principal característica para definir el potencial productivo de una variedad es la acumulación de materia seca, la cual aumenta con la madurez; sin embargo, tiende a disminuir el porcentaje de proteína. La digestibilidad de la materia seca también disminuye con la madurez de la planta.