Por: Débora Escandón, Guillermina Sosa y María Concepción Castro.
3 de agosto de 2017.
Batán, Texcoco.- El principal objetivo de MasAgro Maíz es coadyuvar a incrementar la productividad y suficiencia de maíz en México a través del desarrollo de semillas híbridas de alto potencial de rendimiento y resistentes a enfermedades, así como del fortalecimiento del sector de semilla de maíz en México. Para elevar la productividad, MasAgro Maíz ha impulsado, desde 2011, la adopción de tecnologías modernas, como la tecnología de dobles haploides que reduce considerablemente los costos y el tiempo requerido para generar líneas genéticamente homocigotas y puras, componentes de las semillas híbridas de maíz.
Actualmente, el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) pone a disposición del sector semillero nacional el servicio de pruebas moleculares para el control de calidad de semilla y para generar un mayor número de híbridos mediante el mejoramiento asistido por técnicas moleculares. A partir de 2017, el CIMMYT no sólo realizará pruebas de materiales y/o comprobará la calidad de la producción de los híbridos que ha liberado como parte de las actividades del programa MasAgro, sino que, además, utilizará herramientas moleculares para evaluar los materiales enviados por las compañías semilleras que colaboran con MasAgro Maíz y centros de investigación pública como el INIFAP y la Universidad Autónoma Chapingo.
La aplicación de pruebas moleculares acelera el mejoramiento de maíz y la producción de semilla, según Gordon Huestis y Martha Hernández, especialistas en biología molecular del CIMMYT, quienes impartieron un curso sobre aseguramiento y control de calidad en la producción de semillas de maíz con herramientas moleculares para más de 40 representantes de empresas semilleras nacionales de la Red MasAgro e investigadores del INIFAP.
Huestis y Hernández explicaron detalladamente cómo, dependiendo de las variaciones que se detectan en el ácido desoxirribonucleico (ADN) de plantas y/o semillas, es posible determinar si el híbrido producido es realmente el híbrido de alto rendimiento que se desea vender (identidad genética) y si realmente el híbrido es el material que se supone que es (según su etiqueta). Asimismo, es posible asegurar la calidad de la semilla (pureza genética) y seleccionar materiales con características específicas (mejoramiento asistido por marcadores moleculares).
Las pruebas moleculares se pueden realizar en etapas vegetativas tempranas o en semilla; esto permite detectar a tiempo las plantas atípicas (plantas que no corresponden al híbrido que se pretende producir) y descartarlas antes de hacer una mayor inversión en agroquímicos y/o en mano de obra. Otra ventaja es que se evita mandar semilla de baja calidad al campo mexicano, es decir, semilla contaminada o con pureza genética de menos de 95%. El control de calidad asegura que los productos satisfacen las expectativas de los clientes, los consumidores, los agricultores y los industriales.
En materia de mejoramiento o desarrollo de materiales (más semillas mejoradas para México), las pruebas moleculares también son una herramienta valiosa, porque permiten a los semilleros determinar si los cruzamientos que están realizando son producto de polen extraño o de progenitores con las características que están buscando (resistencia a enfermedades, sequía/ prueba de progenie). Asimismo, les permiten seleccionar progenitores contrastantes o de amplia diversidad genética para generar híbridos más vigorosos y heteróticos. Detectar cualquier contaminación a tiempo ayuda a ahorrar dinero y recursos humanos en generaciones posteriores de mejoramiento, y permite a los investigadores seguir mejorando o cruzando solo plantas con las características adecuadas o deseadas (resistencia a enfermedades, sequía, etc.).
En resumen, las técnicas moleculares permiten tomar mejores decisiones en campo y tener un menor porcentaje de pérdidas en las ventas, lo cual sin duda impulsará el crecimiento y el fortalecimiento del sector semillero de México.