
Con el objetivo de fortalecer la seguridad alimentaria de las comunidades rurales, mejorar la productividad del campo y reducir las pérdidas poscosecha, el gobierno del estado de Quintana Roo entregó maquinaria agrícola y silos metálicos herméticos a productoras y productores de los municipios de José María Morelos, Felipe Carrillo Puerto, Bacalar y Othón P. Blanco, en el marco del proyecto Seguridad Alimentaria y Nutricional para Comunidades Rurales del Estado de Quintana Roo que impulsa a través de la Agencia de Seguridad Alimentaria del Estado de Quintana Roo (ASAQROO), el Instituto de Economía Social y Solidaria (IESSOL), la Secretaría de Bienestar (SEBIEN) y con el soporte científico del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).
La entrega incluyó maquinaria adecuada para distintas etapas del proceso productivo, desde la preparación del terreno hasta la poscosecha, tales como desmalezadoras, aspersoras, desgranadoras, cribadoras, limpiadoras de granos, motocultores, sembradoras de pequeña escala, secadoras de grano y silos metálicos herméticos. Esta maquinaria, seleccionada y adaptada por el CIMMYT y sus aliados, responde a las condiciones reales de las comunidades rurales del sur del estado, y busca optimizar el trabajo agrícola, reducir costos, mejorar ingresos y mitigar el impacto ambiental.
Previo a la entrega, el equipo técnico del CIMMYT realizó demostraciones del funcionamiento de los equipos, a fin de desarrollar en técnicos y productores capacidades que les permitan fungir como prestadores locales de servicios e impulsar de esta manera una economía local, solidaria y adecuada a las necesidades de las condiciones agroecológicas y socioeconómicas de la región.

Durante la ceremonia de entrega, la gobernadora Mara Lezama reconoció el trabajo de las comunidades rurales y reafirmó el compromiso de su administración con el bienestar de las familias del campo. “Hoy lo que estamos haciendo es sembrar esperanza en nuestra tierra. Queremos comunidades que puedan alimentarse de lo que producen y, cada una de estas máquinas, cada uno de estos silos herméticos representa el esfuerzo conjunto para acortar la brecha de la desigualdad. Estamos hoy rescatando las semillas de nuestros padres y abuelos que lo sembraron y protegieron como lo más valioso”.
Uno de los elementos más destacados del proyecto, señaló durante su intervención Jelle Van Loon, Director Asociado del Programa de Sistemas Agroalimentarios Sostenibles del CIMMYT, es el empoderamiento de las mujeres productoras, quienes han sido priorizadas en los procesos de inclusión financiera, acceso a tecnología y capacitación, impulsándose acciones para que no solo accedan a maquinaria y herramientas, sino también a conocimiento técnico y procesos organizativos, reconociendo su papel central en la seguridad alimentaria de las comunidades.
“Los silos metálicos herméticos entregados permiten reducir las pérdidas poscosecha a menos del 3%, frente a cifras que en regiones cálidas pueden alcanzar hasta el 40 %. Esta tecnología, promovida por el CIMMYT y sus colaboradores hasta su reconocimiento como norma mexicana, garantiza mejores condiciones de almacenamiento, la conservación del grano sin necesidad de productos químicos potencialmente nocivos para la salud humana, y mayor estabilidad alimentaria durante el año”, enfatizó el representante del CIMMYT.
Como parte del proyecto, también se han establecido cuatro puntos de maquinaria comunitaria en Tepich, Sacalaca, Huatusco y Tres Garantías. Estos espacios, que albergarán la maquinaria entregada, permitirán el uso compartido de tecnología agrícola entre grupos organizados, beneficiando de forma directa a las familias productoras de los municipios en mención.

El impacto acumulado del proyecto, desde su implementación en 2023 hasta la fecha, ha sido significativo: más de 4,140 hectáreas donde se han implementado prácticas sostenibles, 124 sitios de innovación instalados como espacios de aprendizaje, y más de 1,700 personas capacitadas.
El proyecto también ha desarrollado acciones clave como cursos para líderes comunitarios y técnicos agrícolas, talleres de manejo poscosecha, inclusión financiera y formación de una red de herreros locales capacitados para fabricar silos, fortaleciendo tanto la economía como la autosuficiencia tecnológica en las comunidades.
Este esfuerzo conjunto entre el Gobierno del Estado y el CIMMYT es un ejemplo de cómo la ciencia, el conocimiento local y la colaboración estratégica pueden integrarse para mejorar los sistemas agroalimentarios, proteger el legado de la milpa y los maíces nativos, e impulsar un desarrollo más justo, resiliente y sostenible para las comunidades rurales de Quintana Roo.