Por mucho tiempo se ha pensado que mecanizar el campo es introducir a las parcelas máquinas agrícolas grandes, pesadas y sofisticadas. Esta idea es errónea. Mecanizar el campo es aplicar procedimientos para optimizarlo de la manera más adecuada y pertinente posible, y esto puede lograrse incluso con máquinas simples y de tracción animal.
Además, la mecanización con tractores de cuatro ruedas no siempre es sinónimo de mejores resultados. Hay terrenos que están en zonas tan inaccesibles —como los que tienen pendientes muy pronunciadas— o en ecosistemas tan frágiles —como en la Península de Yucatán— que introducir un tractor de cuatro ruedas es impensable. Por esto, se revisan opciones de equipos agrícolas que sean más adecuados a la escala y a las condiciones de producción, es decir, a la medida de los productores.
Un tema importante en este proceso es que las herramientas —o equipos agrícolas— sirven para trabajar bajo los principios de la Agricultura Sustentable; son máquinas precisas en la aplicación de insumos y eficientes en el consumo de energía, y ofrecen la oportunidad de disminuir el impacto negativo al medioambiente.
Ante este panorama, el programa MasAgro —de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— promueve una mecanización inteligente del campo, que sea incluyente y trabaje hombro a hombro con los productores y los herreros locales para generar en ellos las capacidades que les permitan tomar las mejores decisiones.
Recientemente, a través de MasAgro se lograron establecer 21 puntos de maquinaria especializada en Agricultura Sustentable, distribuidos en ocho estados del país: Estado de México, Sonora, Sinaloa, Zacatecas, Michoacán, Chiapas, Guanajuato y Oaxaca. Esto fue posible gracias a la ampliación de una red de herreros que asegura que la tecnología adecuada siempre esté disponible para los productores de cada región, incentivando la economía local.
Se trata de una transferencia de tecnología basada en la cooperación comunitaria, en la que el CIMMYT —a través de MasAgro— diseña, adapta, mejora y valida modelos de máquinas y herramientas adecuadas para los diversos escenarios socioeconómicos y agroecológicos del país: desde sembradoras manuales y sembradoras-fertilizadoras de tiro animal hasta discos cortadores para un manejo adecuado del rastrojo.
Gracias al acompañamiento técnico de MasAgro, se garantiza llevar la tecnología adecuada a cada productor o grupo de productores. Además, los puntos de maquinaria permiten que se difundan y adopten las tecnologías más pertinentes en cada región, promoviendo una mejor dinámica de intercambio entre los actores del sistema de producción y distribución de maquinaria y equipos. También hacen posible identificar oportunidades de optimización de las tecnologías o nuevas necesidades. De hecho, cada herramienta se valida en campo a través de evaluaciones agrotécnicas con productores.
A la fecha, con esta estrategia de mecanización inteligente impulsada por MasAgro se ha logrado desarrollar más de 40 prototipos de maquinaria agrícola diseñados para construirse con la red de herreros. Estos prototipos vienen con materiales didácticos para facilitar la transferencia de tecnología (ensambles interactivos en 3D, fichas técnicas, planos de construcción estandarizados, etc.).
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