Tarímbaro, Michoacán.- El manejo de las plagas agrícolas en México actualmente requiere alternativas agroecológicas, ya que la agricultura intensiva ha creado un gran desequilibrio en la biodiversidad natural de aquellos ecosistemas; sin embargo, la aplicación de insecticidas tóxicos persiste en el medio ambiente y genera resistencia genética de la plaga a la molécula del químico aplicado. El manejo agroecológico de plagas y la preservación de los enemigos naturales para el control biológico puede ser una alternativa de solución para la región boscosa de la meseta purépecha.
Particularmente, el territorio de la meseta purépecha es una de las regiones boscosas con gran número de especies nativas de extensa diversidad en el estado de Michoacán. Sin embargo, la modernización de la región y la intrusión del comercio ilegal de madera han provocado, entre otras cosas, la desaparición de los bosques y consigo la diversidad de insectos y plantas.
A pesar del factor mencionado, el modo de producción continúa siendo de muy bajo impacto para los suelos, agua y fauna nativa, por lo que puede considerarse que en el área agrícola hay un equilibrio natural entre insectos benéficos y dañinos (depredadores, parasitoides y entomopatógenos), debido a que la mayoría de los productores no hace aplicaciones de químicos para el control de plagas.
Muchos de los insectos benéficos son atraídos por la gran diversidad de algunas plantas exóticas, como los de la familia Fabáceas, que se encuentran en los perímetros de las parcelas y actúan como atrayentes de muchos insectos polinizadores, depredadores y parasitoides.
Existen especies de plantas nativas que ayudan al suelo fijando nitrógeno, como el altramuz (Lupinus polyphyllus) y el chicalote (argemone spp), caracterizada por sus propiedades insecticidas, lo que nos proporciona una alternativa más sustentable para el control de plagas. Estas especies de plantas se encuentran alrededor de las áreas agrícolas cuando hay cultivos dentro de la parcela y, dentro de ella, se descansan las tierras de cultivo (técnica ansestral o metodo de “año y vez”).
Como parte del seguimiento de módulo se realizó un monitoreo de identificación y clasificación de insectos nativos predominantes en la zona, tal como se observa en la imagen.
La estabilidad y la relación simbiótica natural entre organismos en la meseta purépecha se debe principalmente a la poca o nula perturbación de la naturaleza y del ecosistema de las parcelas productivas.