Con la colaboración de la Dirección de Desarrollo Agropecuario de Tepalcingo, Morelos, formadores del programa MasAgro —de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— capacitaron, en una primera etapa, a tres técnicos municipales en temas de Agricultura de Conservación, Manejo Agroecológico de Plagas y prácticas poscosecha. Los técnicos capacitados han replicado el conocimiento adquirido con 100 productores locales.
Entre los resultados positivos que los técnicos y los productores han observado de forma más inmediata, está el cambio del uso de plaguicidas a la utilización de trampas con feromonas sexuales para el control de los gusanos cogollero y elotero (se realizaban de cinco a siete aplicaciones de plaguicidas por hectárea en cada ciclo productivo, y ahora solo instalan cuatro trampas por hectárea cada 30 días por ciclo productivo).
Al respecto, algunos productores comentaron: “ahora que hagamos Agricultura de Conservación, nuestros costos de producción van a disminuir más. Y como vendemos elote para exportación, sí va con mucho químico, y ya no nos compran nuestro producto. Ahora que nos están dando esta alternativa y capacitaciones, pues vamos a mejorar nuestra forma de producir y podremos exportar”.
Después de ver estos resultados iniciales, René Benítez —director de Desarrollo Agropecuario de Tepalcingo— manifestó: “los productores de este municipio y del país necesitamos un cambio en la forma de producir. No nos damos cuenta del daño a nuestra salud y de la afectación al medioambiente que provocamos. Hace tiempo, cuando surgió internet, todos tuvimos que actualizarnos; ahora pasa lo mismo en la agricultura: tenemos que pasar del sistema convencional al sustentable”.
El impacto positivo y la buena aceptación que tuvieron las prácticas promovidas por MasAgro dieron pie a nuevas actividades, como un recorrido por la estación experimental de Tlaltizapán —del CIMMYT—, en Morelos. Ahí los productores reforzaron sus aprendizajes y conocieron la importancia de ya no hacer quemas agrícolas, las opciones más pertinentes para incrementar la fertilidad de los suelos, el impacto del cambio climático en la agricultura y las alternativas para mitigarlo.
Además de los enfoques agroecológicos para el manejo de plagas, una de las opciones para mitigar los efectos de la variabilidad climática (como las sequías prolongadas o el calor más intenso) es evitar la quema de rastrojos para aprovecharlos como cobertura del suelo. Al respecto, uno de los productores que recorrieron la plataforma de investigación Tlaltizapán comentó que ese tipo de prácticas ahora son una necesidad, porque “si continuamos como ahorita, vamos a terminar con nuestro suelo”.