La nutrición del ganado no solo se basa en el consumo de rastrojos, deben considerarse otros elementos que permitan obtener una proteína de mejor calidad y minerales que permitan conseguir un buen desarrollo.
Con información de Jaime Abel Leal González y Luz Paola López Amezcua, programa Global de Agricultura de Conservación.
30 de junio de 2015.
Oaxaca.- La producción de maíz en México está ligada a la producción pecuaria, ya sea que hablemos de cerdos y aves, de ganado menor (ovinos y caprinos) o de ganado mayor (bovinos), los cuales consumen grano y rastrojo de maíz como parte de su dieta. Sabemos que el ganado representa una opción de ingresos para las familias rurales y, en ocasiones, constituye también una limitante para dejar cobertura de rastrojo en las parcelas, aunque lo ideal es encontrar un equilibrio entre el que se deja como cobertura y el que se utiliza para alimento de los animales.
Los ovinos, caprinos y bovinos son rumiantes, capaces de aprovechar la fibra de los forrajes mediante un proceso llamado rumia, por lo que el forraje se usa de forma indiscriminada como alimento, sin tomar en cuenta su estado vegetativo. La degradación del forraje se acelera a partir de su estado de madurez, ya que entre más seco se encuentre, su digestibilidad será menor. De ahí que en la ganadería surgiera el concepto de “nutrientes digestibles”, y éstos sean más importantes que los nutrientes en base cruda. Es más adecuado contar con un suplemento alimenticio a base de granos, silo y sales minerales, en una porción de 70%, 29% y 1%, lo que permite equilibrar el aporte nutricional de la dieta del ganado.
A continuación presentamos algunas recomendaciones de nuestros colaboradores del Hub Pacífico Sur para combinar la ganadería con la AC:
- Para sistemas de pastoreo intensivos, donde se busca aprovechar al máximo los recursos forrajeros del potrero o pradera, se han diseñado modelos basados en la rotación de potreros, que permiten regeneración de la materia orgánica y el crecimiento de forraje, o la implementación de tecnologías de ferti-irrigación, las cuales proveen los nutrientes y el agua necesarios para el crecimiento del forraje.
- Podemos encontrar sistemas de pastoreo alternos como el neozelandés o el holístico. El primero se basa en la rotación de potreros y en la incorporación de tecnologías de ferti-irrigación, y el segundo, en el aprovechamiento de todos los recursos naturales del área de pastoreo, pero sin dañar el ecosistema.
- Como alternativa al rastrojo, se recomienda producir silo de maíz en la fase de elote lechoso o producir pastos de corte.
- Realizar un pastoreo controlado que no exceda 15 días después de la cosecha, para conservar el rastrojo en más de 35% de la superficie del suelo, para aprovechar las hierbas y pastos anuales que quedan después de la cosecha, complementado con ello los ingresos a través de la leche y carne que obtiene en su unidad de producción.
- El pastoreo controlado de especies de ganado bovino de menor peso no afecta la compactación del suelo.
- Con el pastoreo controlado se disminuye la cantidad de malezas, sobre todo, los pastos anuales y perennes, lo que minimiza el uso de herbicidas.
- En la época de estiaje del ciclo otoño-invierno, el ganado bovino prefiere consumir el forraje verde porque tiene más humedad y es más suave en comparación con el rastrojo que queda después de la siembra, más duro por el alto contenido de lignina, celulosa y hemicelulosa.
Es importante indicar que la nutrición del ganado no solo se basa en el consumo de rastrojos, deben considerarse otros elementos que permitan obtener una proteína de mejor calidad y minerales que permitan conseguir un buen desarrollo. La AC avanzará en la medida que se logre un mayor rendimiento de grano y producción de biomasa para satisfacer la demanda de forraje para los animales.
Para mayor información de cómo alimentar adecuadamente al ganado es mejor consultar a médicos veterinarios especializados en nutrición animal.
Gracias a los colaboradores que nos enviaron información para la realización de esta nota: Ciriaco Ayala Sánchez, UACH; Consultoría Integral para el Desarrollo Rural; Jonatán Villa Alcántara, Upapt; Omar Nuñez Peñaloza; Yashim Victoria Reyes, Integradora de Básico del Istmo, SPR.