Las tecnologías herméticas minimizan las pérdidas cuantitativas y cualitativas de granos y semillas. El buen uso de estas tecnologías incluye el almacenamiento de grano seco (humedad menor a 14%), fresco, sano y limpio que se obtiene a través de la limpieza y el cribado.
En el sistema poscosecha de los productores de pequeña escala es frecuente que el grano venga desde el campo con infestaciones de plagas o también con residuos de cosecha —pedazos de olote, tamo, hojas y tallos—, material extraño —semilla silvestre, otras plantas, tierra, piedras, etcétera—, o que los granos vengan quebrados.
Al remover esas impurezas, que son foco de infestaciones, la limpieza contribuye a reducir el desarrollo de plagas y las mermas de granos durante el almacenamiento. Además, al eliminar los granos contaminados la limpieza también reduce la presencia de micotoxinas. La falta de limpieza del grano está asociada con una baja eficacia de los métodos de control de plagas.
Los agricultores generalmente limpian su grano de forma manual usando el viento para un pre limpiado —así eliminan el material ligero, seco o voluminoso— y para una limpieza más rigurosa una zaranda con malla, que puede medir entre 2 y 5 milímetros (0.8 a 2 pulgadas) dependiendo del tipo y tamaño de grano.
La limpieza en el sector rural es una práctica que a menudo no es remunerada porque se realiza por los integrantes de la familia —especialmente mujeres y niños—, así que frecuentemente estos costos no se reconocen en el sistema de producción, siendo actividades extras a los quehaceres domésticos que pueden contabilizarse en tiempo por 3.6 horas por tonelada de maíz, así que suele ser una actividad dura y agotadora.
Ya que la limpieza es una actividad importante para toda la cadena de valor de los cultivos de granos básicos —para productores, consumidores, transformadores—, se requiere encontrar opciones fáciles y accesibles para realizar esta actividad. En este sentido, el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) busca opciones de mecanización que faciliten la operación de limpieza para favorecer la calidad de los granos y así los productores obtengan mayor ganancia por el precio de venta durante la comercialización.
En Guanajuato, por ejemplo, a través de los puntos de maquinaria especializados en servicios poscosecha —implementados en colaboración con la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural (SDAyR) que impulsa con el CIMMYT el programa MasAgro Guanajuato—, técnicos y productores han conformado centrales de servicios de limpieza con maquinaria (cribadora-seleccionadora, bazuca y cocedora de costales) para obtener granos limpios y seleccionados por tamaños.
Con esta iniciativa se busca apoyar a pequeños productores —que siembran entre 2 y 3 hectáreas— de frijol y maíces nativos e híbridos. De forma específica se busca que los productores puedan limpiar y clasificar su grano por tamaño de manera más eficiente, así como facilitar la interacción con programas gubernamentales y empresas transformadoras locales para propiciar un mayor ingreso económico por la venta de granos sanos.
Estos puntos de maquinaria especializados se encuentran en zonas estratégicas del estado, donde la cribadora-seleccionadora, bazuca y cocedora de costales se entrega a productores en comodato para que ofrezcan el servicio a precios accesibles ($200 por tonelada de maíz y $10 por costal de frijol) —esto incluye los jornales que hacen la limpieza y encostalan—. Con estos ingresos los productores dan mantenimiento a la maquinaria y eventualmente pueden capitalizarse y adquirir su propia maquinaria.