Montevideo, Uruguay.- Bajo la temática ‘Comunidades Rurales Inteligentes-Innovación en las TIC y la producción agrícola responsable y sostenible’, del 5 al 9 de agosto se desarrolló la Semana de la Innovación en América 2019, realizada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT). El evento congregó a investigadores, empresarios y representantes de Gobiernos de América Latina y el Caribe para que intercambiaran experiencias, identificaran necesidades y analizaran los desafíos de las tecnologías digitales en el ámbito rural y la producción agrícola rumbo al año 2030.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que en ese año los efectos del cambio climático y el incremento de la población mundial generarán una grave crisis ambiental y de disponibilidad de alimentos; por eso es necesario lograr la sustentabilidad de los sistemas de producción agrícola y fomentar el desarrollo de las comunidades rurales. La Semana de la Innovación en América 2019 promovió, precisamente, el diálogo entre actores clave que han incorporado las tecnologías digitales en diversas estrategias de innovación social, ambiental y económica.
Tecnologías como la red de internet 5G, los drones, los nuevos esquemas económicos basados en monedas virtuales y la inteligencia artificial son potencialmente útiles para el sector agrícola. Sin embargo, la mayoría de los productores —que son pequeños agricultores familiares— carece de educación digital. Por lo anterior, cómo aminorar la brecha entre los ámbitos rural y urbano y cómo acercar tecnologías a los productores de la región fueron los ejes del diálogo de este foro regional, realizado para propiciar el diseño de políticas públicas y el establecimiento de compromisos de trabajo entre instituciones y países.
El Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) contribuyó a este foro regional con la exposición ‘Gestión del conocimiento y uso de TIC en sistemas agroalimentarios sustentables’, realizada por Andrea Gardeazabal, responsable de la Unidad de Monitoreo, Evaluación y Aprendizaje de Proyectos. La experiencia del CIMMYT se sumó así a la de instituciones como la FAO, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), universidades de la región, otros centros de investigación y empresas de telecomunicaciones y soluciones digitales (como Microsoft y Huawei).
Se espera que esta suma de aprendizajes y el aprovechamiento de las nuevas tecnologías digitales y de telecomunicaciones permitan trazar mejores caminos para avanzar en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y —sobre todo— impactar positivamente en las comunidades rurales (ya que para 2030 se proyecta que seis de cada 10 personas en el mundo vivirán en áreas rurales, donde la pobreza seguirá concentrándose), y romper así el denominado círculo de declive, en el que la escasez de empleo y servicios en el ámbito rural fomenta la migración hacia zonas urbanas y la incorporación a otros sectores.