El zinc es un elemento esencial para el desarrollo normal de las plantas. Aunque se le requiere en muy pequeñas cantidades (por lo que es considerado un microelemento), su presencia es fundamental porque este nutriente está relacionado con importantes funciones de la planta (como el crecimiento y la fotosíntesis) y porque ningún otro elemento puede desempeñar las mismas funciones.
La disponibilidad del zinc en los suelos agrícolas varía según diversos factores, entre estos la textura del suelo y su contenido de materia orgánica. Regularmente, los suelos arenosos, con bajas cantidades de materia orgánica, o aquellos cuyas capas superiores han sido removidas por erosión eólica o hídrica son los más propensos a presentar deficiencias de este mineral.
La disponibilidad del zinc también varía por el pH del suelo. Los suelos alcalinos (pH superior a 7) suelen presentar problemas con este nutriente. También es común que los suelos inundados o con anegamientos presenten limitaciones de zinc. Igualmente ocurre cuando no hay una adecuada fertilización nitrogenada o de fósforo.
No todas las plantas son afectadas de la misma manera por la deficiencia de zinc. Algunos cultivos, como el maíz, el algodón y el frijol son más sensibles que otros. En el caso específico del maíz, el zinc es muy relevante porque este presenta requerimientos totales del mineral considerablemente superiores al de otros cultivos (como el trigo, la avena o el chícharo) y su deficiencia puede incidir en la producción de grano al interrumpir el desarrollo de anteras y granos de polen.
Cuando hay deficiencia de zinc en el cultivo de maíz regularmente hay síntomas visibles. Entre los principales está la aparición de manchas amarillas en las hojas debido a la disminución del contenido de clorofila. Frecuentemente, estas manchas aparecen en la segunda o tercera semana del cultivo.
Para corregir la deficiencia de zinc y garantizar tanto el crecimiento como la productividad de los cultivos se pueden aplicar fertilizantes con sales inorgánicas de zinc. Existen tratamientos que se pueden aplicar directamente al suelo y también otros que se aplican a las hojas (aplicación foliar), siendo estos una alternativa práctica para los productores.
En Iguala de la Idependencia, en Guerrero, México, se han identificado zonas con deficiencia de zinc. Para corregir esta deficiencia, y derivado del convenio de colaboración entre el Gobierno de Iguala y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), se han estado realizando aplicaciones de este nutriente con apoyo de drones.
El uso de drones para este propósito representa una ventaja ante la acotada ventana de tiempo de la que se dispone para corregir la deficiencia del mineral. Además, representa un ahorro significativo en los costos de producción de los agricultores porque, de otro modo, tendrían que destinar recursos para el pago de jornales.
Los técnicos que colaboran en el marco de la alianza entre el Gobierno de Iguala y el CIMMYT son los encargados de llevar la programación del uso de drones, además, también brindan acompñamiento técnico durante la aplicación para garantizar que las dosis y los productos a aplicar sean los adecuados para lograr sistemas de producción más sustentables.