Acercar a los productores del grano directamente a la industria representa un beneficio real para estos, afirmó José Ramírez Arredondo —presidente del módulo de riego de Valle de Santiago, Guanajuato— durante un taller dirigido a productores y técnicos que participan en el proyecto Apoyo al Abastecimiento Responsable en México, impulsado por la Compañía Kellogg y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).
El proyecto tiene la finalidad de cubrir los requerimientos de maíz amarillo de la empresa con producción local, de una manera sustentable con los recursos productivos y justa en las condiciones de contratación. A través de este, la Compañía Kellogg y el CIMMYT trabajan de la mano con pequeños y medianos productores agrícolas para brindarles un acompañamiento técnico que les permita tomar las mejores decisiones sobre su sistema de producción. El proyecto se desarrolla en diversas partes del país, y en el caso de Guanajuato, son 33 los productores participantes.
La asesoría técnico-científica que brinda el CIMMYT en este proyecto permite elevar la productividad de las tierras y hacer un uso eficiente de los recursos naturales disponibles —obteniendo mejores cultivos y favoreciendo su rentabilidad—, con la finalidad de responder a los retos globales desde el ámbito local. De acuerdo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), es necesario duplicar la productividad agrícola (con los mismos o menos recursos) para satisfacer los requerimientos de alimentación de la creciente población mundial, que —adicionalmente— enfrenta retos como el cambio climático.
Para lograr una producción local sustentable que contribuya a reducir las importaciones de maíz y se adapte a las condiciones climáticas variables, durante el taller —realizado en las instalaciones del módulo de riego de Valle de Santiago— se desarrollaron tres mesas de trabajo para tratar los siguientes temas: variedades de semilla adaptadas a la zona, ciclo agrícola y manejo agronómico.
El abasto local y las prácticas agronómicas sustentables son importantes para la sociedad, ya que incentivan la economía local y regional, contribuyen a la autosuficiencia nacional y permiten avanzar en el cumplimiento de diversas metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (tanto las relacionadas con la seguridad alimentaria y la nutrición como las que buscan garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles).