Por más de 20 años, Jorge Lugo Gaxiola ha adoptado los principios de la Agricultura Sustentable, sembrando en mínima o cero labranza y buscando disminuir el impacto de su actividad en el medioambiente.
Por: Marco Díaz, consultor en Comunicación.
Navolato, Sin.- Para Jorge Lugo Gaxiola, trabajar de una forma diferente a la mayoría de los productores ha sido un reto en el que ha combinado la experiencia y la creatividad, obteniendo ahorros importantes en su actividad. Proveniente de una familia de tradición agrícola, Jorge es ingeniero agrónomo de profesión. Hace 20 años comenzó a romper paradigmas disminuyendo los pases de maquinaria en su campo y aprovechando el rastrojo en el suelo. Ha trabajado de cerca con el equipo del CIMMYT, y su historia de innovación es ya un referente para otros productores de la región.
Orgulloso de ello, Lugo Gaxiola explica que la experiencia obtenida a través del tiempo gracias al apoyo del CIMMYT y, sobre todo, por su necesidad de innovar y crecer le ha permitido tomar decisiones para atender las necesidades del suelo y de su cultivo, siendo más preciso y eficiente en el uso de maquinaria. “Hemos llegado a entender cuándo debemos dar uno o dos pasos con maquinaria por exceso o falta de humedad, el cruce de ganado vago o diferentes plagas o enfermedades que se nos vienen en la temporada”, comentó.
Con más de 34 años de experiencia, señala que con Agricultura de Conservación los costos de uso de maquinaría son 50% menores en comparación con la agricultura convencional, sin afectar la productividad en su campo. Hace 24 años estableció contacto con el INIFAP, donde un científico del CIMMYT le brindó capacitación sobre Agricultura de Conservación y diversos temas relacionados con prácticas agronómicas sustentables. En ese momento inició su inquietud por dejar de mover la tierra, por lo que redujo 50% la fuerza de los tractores, de 180 a 100 caballos de fuerza. Con la mínima labranza hemos llegado a reducir más de 50% el costo de maquila en nuestros suelos.
También comenta que la productividad ha sido igual o ha mejorado, dependiendo del clima. Cuando hay bajas en la producción, hay bajas generalizadas con nuestros vecinos que han hecho lo mismo toda la vida, y cuando hay mejoras, para nosotros es más rentable porque nuestro costo de producción es más bajo. Y enfatiza que, gracias a estas experiencias, hoy toda la superficie de cultivo está en labranza de conservación. “Hemos reducido 50% el pase de máquinas; este año tenemos una importante superficie completamente en cero labranza”, mencionó.
El señor Gaxiola es un productor creativo e innovador que ha trabajado muy de cerca con el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) en diversos programas, y actualmente busca vincularse con nuevas estrategias. “Desde hace alrededor de 20 años tenemos una interacción con el CIMMYT, donde hemos estado validando variedades criollas y haciendo la labranza de conservación para participar en el proyecto de abastecimiento responsable del CIMMYT y Kellogg. Ahorita traemos el desarrollo de maíz amarillo y de otras variedades para adaptarlas a la zona noroeste de México”, comentó.
En la localidad El Zanjón, Navolato, Jorge y su hermano Rodolfo son generadores de empleos dentro de la actividad agrícola, desde la siembra hasta la entrega de sus cosechas en los centros de acopio. Sin duda es una historia de innovación que ha impulsado a otros productores a cultivar con Agricultura Sustentable en beneficio de sus familias y el ambiente.