Las plagas son un problema que afecta a toda la sociedad. Además de las pérdidas millonarias que pueden causar en el sector agrícola, ponen en riesgo la seguridad alimentaria de las comunidades (de acuerdo con la FAO, estas hacen que se pierda 40% de los cultivos, mientras que investigadores de la Universidad Veracruzana (UV) estiman que en la entidad estas pérdidas son de hasta 50%).
Debido a la variabilidad climática y los monocultivos, en años recientes la incidencia de las plagas se ha agudizado en diversas regiones de Veracruz, por lo que el programa MasAgro —de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— promueve diversas prácticas sustentables para manejar plagas mediante enfoques agroecológicos.
La difusión de estas prácticas, además, se realiza de forma directa, principalmente a través del acompañamiento que brindan los técnicos de MasAgro, pero también mediante la interacción entre científicos y productores. Recientemente, por ejemplo, el doctor Fernando Bahena ―investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y colaborador del CIMMYT— sostuvo reuniones e impartió conferencias a productores, técnicos y estudiantes de las regiones Alta Montaña y Huasteca en Veracruz.
El doctor Bahena es un científico especializado en Manejo Agroecológico de Plagas, un sistema integrado por diversas prácticas que no buscan exterminar a las plagas, sino mantener sus poblaciones en niveles tales que no causen afectaciones económicas. Para lograr este efecto, los enfoques agroecológicos recurren a la conservación, el incremento o la introducción de enemigos naturales de las plagas y se apoyan en la rotación de cultivos (como normalmente cada plaga se alimenta de plantas diferentes, esta práctica ayuda a romper su ciclo de vida).
Además, el Manejo Agroecológico de Plagas permite que las poblaciones de insectos benéficos se fortalezcan y se cree un equilibrio natural durante el desarrollo de los cultivos (su implementación parte de la identificación de las causas que dan origen a la presencia de las plagas), lo cual contribuye a incrementar la biodiversidad y a minimizar el uso de plaguicidas químicos, sobre todo de aquellos que afectan la salud de los productores (esto impacta en la disponibilidad de alimentos más sanos para los consumidores).
En total, con estas actividades en campo se lograron difundir el Manejo Agroecológico de Plagas y otras prácticas sustentables entre más de 250 participantes. Para generar este impacto, se contó con la colaboración de la Universidad Veracruzana (campus Peñuela) y la Asociación de Citricultores Tihuatecos. Ambas instituciones —que contribuyen con el Hub Golfo Centro, del CIMMYT— desarrollan proyectos de investigación afines al tema.