Las tecnologías impactaron en 23.32 hectáreas de sistema milpa y beneficiaron a 700 productores.
Por: Sergio Alonzo y Jorge Augusto Granados.
2 de noviembre de 2018.
Huehuetenango, Guatemala.- Durante 2018, la Asociación de Organizaciones de los Cuchumatanes (Asocuch) escaló siete tecnologías en seis microcuencas del área de cobertura de su colaboración con el Proyecto Buena Milpa Guatemala, de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).
Las tecnologías escaladas, que impactaron en 23.32 hectáreas de sistema milpa y beneficiaron a 700 productores, fueron: barreras vivas, aves criollas, diversificación de fincas, huertos familiares, diseminación de semillas de frijol y maíz, lombricomposteras y graneros de maíz.
Estas tecnologías fueron acompañadas por capacitaciones, pues estos procesos han sido la base para el inicio de la fase de escalamiento de tecnología, ya que, a partir de los nuevos conocimientos o del fortalecimiento de los ya adquiridos, se tienen las capacidades y habilidades para implementar las tecnologías y obtener de ellas los beneficios de su aplicación en el sistema milpa que poseen.
La ejecución de las tecnologías establecidas en cada uno de los planes de acción de las seis microcuencas se convierte en la columna vertebral de las acciones que se desarrollan, ya que es en esta fase donde los involucrados ven consumadas sus aspiraciones y sueños de llevar a la práctica lo que con meses de anticipación se estuvo planificando, además de evidenciar los beneficios y las bondades que las tecnologías tienen a nivel de la unidad productiva. Esto se convierte también en el cumplimiento de compromisos y de hacer realidad todo lo prometido por parte del equipo técnico, la organización de base, el Proyecto Buena Milpa Guatemala y Asocuch.
El proceso de adopción y escalamiento de las tecnologías es complementado por las visitas de asistencia técnica, que son desarrolladas por el equipo técnico local y profesional contratado por el proyecto en cada una de las microcuencas, lo que permite a los implementadores tener acompañamiento técnico, solventar dudas, aplicar correctamente la tecnología y, a corto plazo, obtener los beneficios de la misma.