La agricultura de conservación que se realiza en México es un referente internacional debido a la gran diversidad de zonas agroecológicas con las que cuenta y a la investigación científica que aquí se realiza en torno al tema.
“Yo con estos días que estuvimos de visita en los campos con agricultura de conservación del CIMMYT me llevo impresiones y aprendizajes que allá en mi país voy a tener que plasmar y seguir”, comentó Nazario Rojas Vilchis, agricultor peruano que, junto con otros compatriotas suyos, recorrieron diversos módulos y plataformas de investigación del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) ubicados en Guanajuato y el Estado de México.
Fue a través de un proyecto de la International Cryosphere Climate Initiative (ICCI), la vinculación con CARE Perú, y el financiamiento de la Climate & Clean Air Coalition (CCAC), que Nazario y sus compatriotas Daniel y Manuel, productores de la zona andina y la zona central de Perú, visitaron México para conocer las experiencias del CIMMYT en torno a la implementación del sistema de agricultura de conservación.
“Nos interesa tanto evitar las quemas agrícolas o quemas abiertas, porque afectan mucho a los glaciares y tienen efectos negativos sobre la salud humana, sobre el suelo y creemos que la agricultura de conservación es la alternativa que podemos proponer al agricultor, porque conjuga todos esos intereses de la salud, del ambiente y de la economía también”, mencionó Juliana Albertengo, del ICCI, quien acompañó a los productores sudamericanos en su viaje de estudio.
En Perú la agricultura de conservación aún no es un sistema ampliamente conocido. Sus promotores son auténticos pioneros de la agricultura sustentable: “nosotros desarrollamos un proyecto con los productores de la región altoandina del Perú. Empezamos aproximadamente con 75 productores para desarrollar las actividades de agricultura de conservación. Esta visita es para ver las experiencias que aquí se desarrollan en la conservación de suelos, en la selección y manejo de semillas, y el manejo de plagas y enfermedades”, precisó Odón Zelayarán, de CARE Perú.
El proyecto de agricultura de conservación que se desarrolla en Perú tiene alrededor de tres años de haber iniciado, de ahí el interés por visitar módulos plataformas de investigación en México donde es posible observar el efecto a largo plazo de la agricultura de conservación, ya que, en su mayoría, estos espacios tienen más de dos décadas de haber implementado dicho sistema, siendo un ejemplo de los beneficios que este tipo de agricultura brinda a los ecosistemas a través del tiempo.
Los ensayos a largo plazo del CIMMYT y sus colaboradores han contribuido, por ejemplo, a identificar que las prácticas de manejo sostenible, como las asociadas a la agricultura de conservación, tienen un efecto acumulativo y potencialmente positivo sobre el almacenamiento de carbono en los suelos —cada 1 % de carbono orgánico en el suelo aumenta en 3 milímetros la retención de agua—, y que permiten un mejor desarrollo de los cultivos.
Junto con los productores, a la visita a México se integró Mayra Segovia, del programa Amazonía Sin Fuego que el Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica de Ecuador desarrolla en el marco de otro proyecto con ICCI. “En Ecuador sería muy importante aplicar los principios de la agricultura de conservación que acá hemos conocido. Vamos a socializar los aprendizajes y queremos comenzar realizando algún proyecto piloto con estos principios”, comentó.
Al respecto, Juliana Albertengo refirió que “Próximamente planeamos realizar un encuentro en Ecuador con relación a Amazonía Sin Fuego y nos gustaría contar con el CIMMYT para que exponga los proyectos de agricultura de conservación que impulsa, así como sus campañas de no quema que van en línea con lo que nosotros estamos haciendo”.
A través del CIMMYT y sus colaboradores, México impulsa la adopción de innovaciones agrícolas sostenibles y culturalmente pertienentes en el territorio nacional y en muchas partes del mundo. Los resultados positivos que se han obtenido abren la posibilidad de seguir replicando las experiencias de México para ayudar a la resolución de problemáticas en otras latitudes.
Así, compartir el conocimiento es esencial para lograr superar los grandes retos de las sociedades. Como mencionó Manuel Rojas Vargas, productor de Huancayo, Perú, “Nos llevamos nuevas ideas para innovar allá y seguir avanzando en este proyecto de la agricultura de conservación que es el futuro para la humanidad, para nuestras generaciones que vienen”.