Guanajuato.- Durante el ciclo otoño-invierno los principales cultivos en Guanajuato son el trigo y la cebada. Su producción se concentra en la región sur del estado, conocida como Bajío. Sin embargo, el sistema de producción convencional de trigo y cebada presenta diversos factores limitantes que condicionan cada vez más la rentabilidad de estos cultivos.
Entre las principales problemáticas están los altos costos de producción derivados de un movimiento innecesario de suelo —rastra, cinceleo, barbecho, cuadreo, siembra y surcado—, el uso de altas cantidades de semilla —más de 200 kilogramos por hectárea (kg/ha)—, problemas de acame debido a la alta densidad y exceso de fertilizantes nitrogenados, baja eficiencia en el uso de fertilizantes, presencia de enfermedades de suelo —principalmente debido al mal manejo del agua, tendidos de riego largos y láminas de riego excesivas—, así como problemas de malezas debido al uso recurrente de los mismos ingredientes activos.
Para brindar alternativas a estas problemáticas, el equipo técnico de MasAgro Guanajuato —programa de la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural (SDAyR) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— promueve un amplio menú de tecnologías sustentables —que tienen como base la Agricultura de Conservación— que, en comparación con prácticas convencionales, le permite a los productores obtener mayores rendimientos y utilidades.
Entre las principales prácticas promovidas están: movimiento mínimo de suelo, disminución de densidades de siembra a menos de 150 kg/ha, nuevas variedades de trigo con mayor potencial de rendimiento —destacando las variedades Alondra, Ibis y Cisne—, fraccionamiento del fertilizante nitrogenado de manera eficiente y dosis de fertilización con base en sensores ópticos, diseño de riego para uso eficiente del agua, Manejo Agroecológico de Plagas, y arreglo de siembra en surcos o en camas anchas.
Al comparar los resultados se encontró un rendimiento mayor en 0.422 toneladas por hectárea (t/ha) en las parcelas con prácticas sustentables con respecto al promedio regional —lo que representa una tasa de variación del 7% a favor de las innovaciones sustentables y demuestra el impacto de una intervención efectiva—. Mientras que al comparar las parcelas de innovación con respecto a sus testigos con prácticas convencionales se encontró una diferencia a favor de las parcelas de innovación de 0.114 t/ha.
Con respecto a la utilidad por hectárea, se observó mayor utilidad en las parcelas de innovación con prácticas sustentables. Específicamente, se registró un incremento en la utilidad del 13.7% a favor de las innovaciones, lo que representa $2,180 más de ingresos adicionales por hectárea para los productores.
Es importante resaltar que, en general, en el ciclo en mención los rendimientos en la región fueron muy favorables gracias a la acumulación de horas frío. No obstante, también hubo una menor disponibilidad de agua para riego. Esto confirma que la Agricultura de Conservación promovida por MasAgro Guanajuato tiene el potencial de maximizar sus beneficios en años no favorables para el desarrollo del cultivo, mostrando así la resiliencia del sistema.