Un equipo internacional de científicos ha proporcionado un nuevo análisis general de los beneficios de la agricultura de conservación para el rendimiento de los cultivos, la eficiencia del uso del agua, los ingresos de los agricultores y la acción climática en una variedad de sistemas y entornos de cultivo en el sur de Asia.
El análisis, publicado hoy en Nature Sustainability, es el primero de su tipo en sintetizar los estudios existentes sobre agricultura de conservación en el sur de Asia y permite a los responsables políticos priorizar en dónde y en qué sistemas de cultivo implementar técnicas de agricultura de conservación. El estudio utiliza datos de más de 9 500 comparaciones por año en todo el sur de Asia.
De acuerdo con M.L. Jat, científico principal del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y autor principal del estudio, la agricultura de conservación también ofrece contribuciones positivas a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de fin de la pobreza, hambre cero, salud y bienestar, acción por el clima y agua limpia, y saneamiento.
“La agricultura de conservación será clave para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas”, señaló JK Ladha, profesor de la Universidad de California, Davis, y coautor del estudio.
Los científicos del CIMMYT, el Consejo Indio de Investigación Agrícola (ICAR, en inglés), la Universidad de California, Davis, el Instituto Internacional de Investigación del Arroz (IRRI, en inglés) y la Universidad de Cornell analizaron una variedad de indicadores de rendimiento agrícola, económico y ambiental —incluidos los rendimientos de los cultivos, la eficiencia del uso del agua, el rendimiento económico, las emisiones de gases de efecto invernadero y el potencial del calentamiento global— y compararon cómo se relacionan con las condiciones de la agricultura de conservación para los pequeños agricultores y las estaciones de campo en todo el sur de Asia.
Resultados e impacto en la política
Los investigadores encontraron que muchas prácticas de agricultura de conservación tenían beneficios significativos para los indicadores de desempeño agrícola, económico y ambiental, ya sea implementados por separado o en conjunto. La labranza cero con retención de residuos, por ejemplo, tuvo una ventaja de rendimiento promedio de alrededor del 6%, proporcionando a los agricultores casi un 25% más de ingresos y aumentando la eficiencia del uso del agua en aproximadamente un 13% en comparación con las prácticas agrícolas convencionales. También se demostró que esta combinación de prácticas reduce el potencial de calentamiento global hasta en un 33%.
Esto es una buena noticia para los gobiernos nacionales en el sur de Asia, que se han dedicado a promover activamente la agricultura de conservación para aumentar la productividad de los cultivos y conservar los recursos naturales. La agricultura del sur de Asia es conocida como un “hotspot” mundial para la vulnerabilidad climática.
“Los pequeños agricultores en el sur de Asia se verán más afectados por el cambio climático y la degradación de los recursos naturales”, dijo Trilochan Mohapatra, Director General de ICAR y Secretario del Departamento de Investigación y Educación Agrícola (DARE, en inglés) de la India. “Proteger nuestros recursos naturales para las generaciones futuras mientras producimos suficientes alimentos de calidad para alimentar a todos es nuestra principal prioridad”.
“ICAR, en colaboración con el CIMMYT y otras partes interesadas, ha trabajado intensamente durante las últimas décadas para desarrollar y desplegar la agricultura de conservación en la India. El país ha tenido mucho éxito al abordar la quema de residuos y los problemas de contaminación del aire utilizando los principios de la agricultura de conservación”, agregó.
Dado que la población de la región aumentará a 2.400 millones, se espera que la demanda de cereales crezca en aproximadamente un 43% entre 2010 y 2050. Esto presenta un gran desafío para los productores de alimentos que necesitan producir más mientras minimizan las emisiones de gases de efecto invernadero, el daño al medio ambiente y otros recursos naturales.
“El esfuerzo de colaboración detrás de este estudio resume cómo los investigadores, los responsables políticos y los profesionales del desarrollo pueden y deben trabajar juntos para encontrar soluciones a los desafíos que enfrenta el desarrollo agrícola, no solo en el sur de Asia sino en todo el mundo”, dijo Jon Hellin, líder del Plataforma de Impacto Sostenible en IRRI.
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Oportunidades de entrevista:
M.L. Jat, científico principal y agrónomo de sistemas de cultivo, Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)
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Acerca del CIMMYT:
El Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo es el líder mundial en investigación de maíz, trigo y sistemas agrícolas asociados financiada con fondos públicos. Con sede cerca de la Ciudad de México, el CIMMYT trabaja con cientos de socios en todo el mundo en desarrollo para aumentar de manera sostenible la productividad de los sistemas de cultivo de maíz y trigo, mejorando así la seguridad alimentaria global y reduciendo la pobreza. El CIMMYT es miembro del Sistema CGIAR y dirige los Programas de Investigación de Maíz y Trigo del CGIAR y la Plataforma de Excelencia en Mejoramiento. El Centro cuenta con el apoyo de gobiernos nacionales, fundaciones, bancos de desarrollo y otros organismos públicos y privados.