Epitacio Huerta, Mich.- En el oriente del estado de Michoacán el sistema de producción se basa en el riego de punteo (o de nascencia, que es un riego de apoyo ligero para ayudar a germinar el cultivo) donde el agua proviene de presas y bordos. Sin embargo, los efectos del cambio climático han afectado a la región en los últimos años debido a que algunas veces las lluvias se retrasan o son breves e intensas y con una distribución irregular.
Además de la disponibilidad de agua, otras limitantes para la agricultura en la región son la acidez del suelo, las malezas y la prevalencia del monocultivo de maíz. Por esta razón, la plataforma de investigación Epitacio Huerta —en donde colaboran el despacho de gestión agropecuaria SPIIGA y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) en el marco de MasAgro, programa de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y el CIMMYT— se evalúa el efecto económico y productivo tanto de la labranza convencional que predomina en la región (que consiste en barbechar, rastrear y retirar todo el rastrojo para forraje), como de la Agricultura de Conservación (cuyos componentes básicos son la mínima labranza, la cobertura del suelo y la rotación de cultivos).
Los tratamientos de Agricultura de Conservación donde se estableció el sistema de siembra en camas permanentes (surcos elevados que forman largas hileras y que permiten hacer un manejo más eficiente del agua) han reportado los mayores rendimientos cada año desde 2014 que se estableció la plataforma. Además, debido a la reducción de la labranza, esta modalidad ha permitido tener ahorros de hasta $796 por hectárea.
Ya que la mayoría de los productores de la región realiza la práctica conocida como “año y vez” (o rotación bienal, donde las tierras no se cultivan durante un ciclo agrícola) debido a que han observado que el cultivo de maíz produce más después de esa práctica, en la plataforma de investigación se hace rotación de cultivos como una alternativa que permite lograr ese mismo efecto y, además, otros beneficios tanto para el suelo, la seguridad alimentaria y la economía de las familias productoras.
La rotación de cultivos que se ha implementado en la plataforma incluye frijol y algunas especies como triticale, trigo y avena. Esto, debido a que en la región hay una alta demanda de forrajes. Entre los resultados de diversos análisis realizados en la plataforma destaca que el monocultivo de maíz ha obtenido menor rendimiento que los tratamientos donde se realiza rotación con avena o frijol —los análisis de dos ciclos indican que, en promedio, el aumento en rendimiento de maíz fue de 1.7 toneladas en la rotación con frijol y 2.3 toneladas en la rotación con avena—.
Otra opción de alternancia de cultivos que la plataforma ha validado y compartido con los productores locales es el aprovechamiento de la humedad residual después de la madurez fisiológica de maíz para establecer un cultivo de relevo. En la plataforma se ha implementado el cultivo de ebo. 120 días después de la siembra de este cultivo se ha obtenido hasta cuatro toneladas por hectárea de forraje, así como una importante reducción en el desarrollo de las malezas.
Las anteriores, son algunos ejemplos de prácticas sustentables que se validan y promueven en la plataforma Epitacio Huerta. Los productores interesados en estas prácticas pueden acercarse el equipo técnico responsable de la plataforma que está ubicada en el Ejido El Salitrillo, municipio Epitacio Huerta, Michoacán.