En la región climática en la que se encuentra el municipio de Apaseo el Alto, Guanajuato, 90% de las lluvias se presentan en verano, sin embargo, estas no se distribuyen de manera uniforme durante el ciclo del cultivo. Adicionalmente, las sequías en la zona se han incrementado en frecuencia e intensidad, poniendo en riesgo la producción de temporal o secano en la zona (el destino de la producción es principalmente el autoconsumo y el rastrojo se usa como alimento para el ganado de traspatio).
Agravando la problemática de la sequías, en Apaseo el Alto predomina la labranza convencional (que consiste en movimientos excesivos del suelo: barbecho, pasos de rastra y surcados), la cual provoca la pérdida de humedad, hace que haya menor infiltración y que se pierda materia orgánica. Debido a este laboreo excesivo los suelos de la zona se encuentran deteriorados, con bajo contenido de materia orgánica y compactados.
Ya que es fundamental encontrar alternativas para conservar o retener el agua en el suelo por más tiempo, en la plataforma de investigación de Apaseo el Alto —establecida en 2014 en el marco del programa MasAgro Guanajuato, que impulsan la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural (SDAyR) de Guanajuato y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— investigadores del Instituto Tecnológico de Roque (IT de Roque) y el CIMMYT evalúan alternativas de producción con prácticas sustentables.
Para atender la problemática de los suelos deteriorados, en la plataforma de investigación se ha implementado y evaluado la Agricultura de Conservación. El mínimo movimiento del suelo y su cobertura con rastrojos ha permitido incrementar el contenido de materia orgánica y mejorar la estructura física del suelo (al reducirse la compactación se mejora la infiltración y la retención de humedad en el suelo).
Con respecto a los bajos rendimientos, se han evaluado variedades mejoradas de maíz que han brindandado un promedio de 3.14 toneladas por hectárea (t/ha) y que en años con buenas lluvias algunas han superado las 8 t/ha. Esto es significativo si se considera que el material más utilizado en la zona brinda tan solo 1.85 t/ha en promedio.
También se ha hecho rotación de cultivos (maíz-frijol) y se ha registrado que el rendimiento de maíz se incrementa hasta 114 kg/ha con camas permanentes angostas y un poco más de media tonelada con camas permanentes anchas. Además, al dejar 50% o 100% de rastrojo se ha incrementado el rendimiento hasta en 826 kg/ha con camas permanentes angostas y hasta 789 kg/ha con camas permanentes anchas.
Para reducir los altos costos de producción que se registran en la zona, la Agricultura de Conservación ha permitido tener ahorros de alrededor de $1,550 en promedio debido al mínimo laboreo del suelo. Adicionalmente, el control selectivo de malezas (una sola aplicación del producto adecuado puede controlar el 95% de la maleza, reduciendo el impacto ambiental) y las opciones agroecológicas (como el monitoreo de plagas, el uso de extractos minerales y microorganismos benéficos) han contribuido en este aspecto.
Cabe mencionar que otro de los cambios positivos que se ha observado es la nivelación del pH del suelo. Cuando la materia orgánica se descompone los microorganismos producen ácidos orgánicos. Esto, sumado a la fijación de nitrógeno por la rotación de cultivos (leguminosas), ha favorecido tener suelos cercanos a la neutralidad, lo que a su vez permite tener una mayor disponibilidad de nutrientes.
En resumen, la implementación de Agricultura de Conservación puede ayudar a los productores locales a conservar la humedad, pero también a mejorar las características físicas de sus suelos (estructura, porosidad, infiltración y retención de agua). Los productores que estén interesados en implementar estas prácticas sustentables pueden contactar al equipo de la plataforma de investigación de Apaseo el Alto, ubicada en la localidad La Cuevita (kilómetro 11 de la carretera Apaseo el Alto-Jerécuaro), en Apaseo el Alto, Guanajuato.