José Armando Gervacio Bautista produce cebada en el ejido San Isidro, en el municipio de San Juan del Río, Querétaro. Adoptar la Agricultura de Conservación le ha permitido mejorar su sistema de producción y ahorrar entre $4,000 y $5,000 por hectárea, pues ya no tiene que gastar en preparar la tierra.
La Agricultura de Conservación es un sistema basado en la mínima labranza, la conservación de los residuos agrícolas como cobertura del suelo y la rotación de cultivos. Comparado con la agricultura convencional, este sistema sustentable permite incrementar la utilidad y el rendimiento de las parcelas, preservar los suelos y cuidar el agua. Por lo anterior, es uno de los pilares del proyecto Cultivando un México Mejor, que promueven HEINEKEN México y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).
José Armando Gervacio es uno de los productores que participan en el proyecto. A través de este, ha conocido e implementado diversas prácticas sustentables e innovaciones agrícolas. Como otros productores de la región que se han sumado a la iniciativa de HEINEKEN México y el CIMMYT, ha aprendido nuevas maneras de hacer producir a la tierra de una forma ambientalmente sustentable, cuidando dos de los recursos más valiosos en la agricultura: suelo y agua.
“Hicimos un análisis del suelo para conocer la dureza de la tierra y dejamos alrededor de 30% del zacate sobre el suelo. Lo dejamos en 2 hectáreas y en una más, que es la comparativa; ahí sí le metimos una rastra para taparlo, que es la forma convencional. También sembramos cebada en tres hileras. La ventaja de esto es que el agua corre muy bonito: no hay encharcamientos y se ahorra agua”, fue el testimonio de José Armando durante la presentación de resultados del proyecto.
En el aspecto técnico, el ingeniero Rafael Cortés Hernández, responsable de asesorar a los agricultores, comentó que en las parcelas de los productores se han implementado —además de Agricultura de Conservación y siembra en hileras— fertilización integral, riego por goteo y Manejo Agroecológico de Plagas. También destacó que las parcelas trabajadas con Agricultura de Conservación tuvieron menor incidencia de enfermedades causadas por hongos, como Fusarium y mancha reticulada.
El acompañamiento técnico y el desarrollo de capacidades son fundamentales para el proyecto Cultivando un México Mejor. Además de ahorrar agua en los cultivos de cebada, se busca incrementar la rentabilidad de las parcelas de los productores a través de prácticas pertinentes y sustentables, las cuales —como mencionó José Armando Gervacio— se reflejan en menos gastos y mejores cosechas.