Desde el año 2017, la diversificación de cultivos y la asociatividad para facilitar el acceso a mercados han sido los motores de un proyecto en beneficio de las comunidades dedicadas a la agricultura de pequeña escala en el sur y sureste de México. A cinco años de haber iniciado, el proyecto ahora centra sus esfuerzos para hacer de esos motores la base del empoderamiento de las comunidades.
Se trata de ‘Fortalecimiento del Acceso a Mercado para Pequeños Productores de Maíz y Leguminosas en Oaxaca, Chiapas y Campeche’, impulsado por Walmart Foundation y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) que, en el marco de su tercera fase, busca impulsar el desarrollo de líderes comunitarios, particularmente mujeres.
“El día de ayer trabajamos con alrededor de 21 líderes comunitarios, cada uno representa una comunidad rural. Son productores de San Mateo del Mar, Salina Cruz, Santo Domingo Tehuantepec y otros municipios de la región que se conoce como el Itsmo seco, que tiene zonas planas y temporal errático. El día de hoy se trabajó con aproximadamente 40 líderes del Bajo Mixe, donde hay zonas planas y lomeríos. El día de mañana vamos a otra comunidad donde se espera que haya entre 25 y 30 líderes de zonas de laderas, con pequeñas superficies de cultivo y alta presencia de comunidades indígenas”, comenta José Rausel Ovando, coordinador técnico del Hub Pacífico Sur del CIMMYT.
Estas jornadas con líderes comunitarios que comenzaron esta semana se extenderán hasta haber recorrido todas las regiones donde el proyecto ha tenido alcance, prácticamente en todo el estado y con productores que, ahora y en buena medida debido a esta iniciativa, producen una gran diversidad de cultivos: ajonjolí, jamaica, limón, diversas leguminosas y maíces nativos, entre muchos otros.
En estas jornadas los líderes comunitarios “comparten sus experiencias y resultados tanto en el aspecto agronómico como en los temas de asociatividad, mercado, también cómo les ha ido con los productos que han vendido, si se han asociado para hacer compras consolidadas o ventas consolidadas. Igualmente, los colaboradores que nos ayudan a implementar el proyecto comparten sus experiencias y, al final, los líderes comunitarios validan o adecúan los planes de trabajo que en conjunto se han desarrollado para sus comunidades en esta nueva fase del proyecto”, señala José Rausel.
“Las comunidades, representadas por estos líderes comunitarios, tienen intereses diversos, algunas más en temas de comercialización y precios justos, algunas más quieren seguir con la diversificación porque quieren continuar probando nuevos cultivos, o bien, algunas otras comunidades buscan resolver situaciones específicas de cultivos que ya producen”, comenta el especialista del CIMMYT, enfatizando en que también se abordan con ellos las particularidades de los componentes del proyecto: producción sustentable y liderazgo, acceso o inclusión financiera, mercados y modelos de negocios, y una novedosa propuesta sobre centros de semillas.
Sobre cómo se eligieron a estos líderes comunitarios y cuál es su papel en el proyecto, José Rausel señala que “han sido los propios grupos de productores los que han elegido a sus representantes, por una parte, porque son conocidos en sus comunidades y participan activamente en las actividades tradicionales propias de cada localidad, pero también porque ya tienen experiencia con los trabajos que hemos venido realizando con el proyecto en las fases pasadas”.
“Estos líderes son personas que se han involucrado notablemente, comparten el conocimiento que adquieren en las actividades de capacitación, e incluso nos han dado semilla de la que han producido para compartir con otros agricultores. Además, tienen otras características importantes para representar a sus comunidades: saber leer y escribir, tienen facilidad de palabra para comunicarse con sus demás compañeros y, en general, el interés y compromiso con el desarrollo de sus comunidades”, finaliza José Rausel.