La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que hacia el año 2030 los efectos del cambio climático y el incremento de la población mundial generarán una grave crisis ambiental y de disponibilidad de alimentos. Por eso es necesario lograr la sustentabilidad de los sistemas agroalimentarios y fomentar el desarrollo de las comunidades rurales.
Entre los acuerdos globales que se promueven para proteger el planeta y garantizar que todas las personas dispongan de alimentos y bienestar para el año 2030, están los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) —los cuales fomentan acciones para lograr la seguridad alimentaria, la mejora de la nutrición, la Agricultura Sustentable y la producción y el consumo responsables— y el Pacto Mundial de las Naciones Unidas (Global Compact).
El Pacto Mundial de las Naciones Unidas es un modelo de negocio que invita a las empresas a alinear sus operaciones y estrategias con 10 principios en materia de derechos humanos, trabajo y medioambiente, y es una guía para que las empresas y organizaciones alcancen los ODS. Este énfasis en el sector privado se debe a que, al ser generador de tecnologías, recursos y empleo, juega un papel fundamental en el diseño de un futuro sostenible.
Mediante proyectos que fomenten la sustentabilidad ambiental y la responsabilidad social, “las empresas del Pacto Mundial de las Naciones Unidas pueden acelerar el paso hacia la agenda 2030”, señaló Michelle Benítez, coordinadora de Adheridos del PNUD, durante la entrega y presentación del reporte de resultados del programa Creación de Valor Compartido 2016-2018, de Nestlé México, empresa que por cuarta ocasión renovó su adhesión a la iniciativa de la ONU.
“En Nestlé buscamos generar y compartir valor con la sociedad en donde hacemos negocios”, dijo Fausto Costa, presidente ejecutivo de Nestlé México, en la Casa de la Organización de las Naciones Unidas en México al momento de presentar el informe, en el cual destaca el Plan Maíz por México, una iniciativa conjunta de esa empresa y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).
El Plan Maíz por México pone en acción el compromiso de Nestlé México de tener un abasto responsable y el del CIMMYT de promover la sustentabilidad agrícola. Se trata de un plan de compra nacional de maíz y trigo para apoyar el desarrollo de productores en México, principalmente en la zona del Bajío, donde se ha logrado impactar positivamente a cerca de un centenar y medio de productores y a alrededor de 1,700 hectáreas con prácticas de Agricultura Sustentable.
Los notables incrementos en el rendimiento de los cultivos (que han pasado de un promedio histórico regional de 8.5 t/ha con labranza convencional a 12 t/ha con la implementación de prácticas sustentables) fortalecen la economía de los productores, sus familias y sus comunidades, haciéndoles parte de un abastecimiento responsable que involucra y beneficia a todos.
Además de mejorar los medios de vida en el ámbito rural, las innovaciones agrícolas que el proyecto fomenta son una manera de cuidar el planeta. En las parcelas de los productores que participan en el Plan Maíz por México se ha podido avanzar en la eficiencia en el uso del agua (por cada tonelada de grano producida sustentablemente se han ahorrado 62,000 litros) y en la calidad del suelo (se ha eliminado el uso de agroquímicos restringidos en el tratamiento de semillas) y el aire (se ha reducido en 27% la emisión de CO2 a la atmósfera).
Debido a que uno de los 10 principios del Pacto Mundial de las Naciones Unidas es que las empresas deben favorecer el desarrollo y la difusión de las tecnologías respetuosas con el medioambiente, la iniciativa conjunta de Nestlé México y el CIMMYT adquiere relevancia, pues sus resultados son una ventana abierta a nuevas posibilidades de colaboración para que —a través de la sinergia entre las empresas socialmente responsables y la Agricultura Sustentable— se logre superar el reto que el año 2030 plantea a las sociedades.