El garbanzo (Cicer arietinum) es un cultivo que resulta una excelente opción de alimentación en la dieta de la población —tiene entre 18 y 21 % de contenido de proteína—. Además, esta especie tolera muy bien condiciones de poca disponibilidad de agua y genera una relación simbiótica con bacterias y microorganismos que fijan nitrógeno y lo incorporan al suelo.
Por sus beneficios como cultivo para consumo humano (grano), forraje y fijación de nitrógeno, en distintos puntos del sur-sureste de México se ha sembrado garbanzo a fin de identificar las mejores condiciones y prácticas agronómicas para su desarrollo.
En el estado mexicano de Oaxaca, por ejemplo, se sembraron 342 hectáreas de garbanzo en —117 de ellas en la región Valles Centrales—, con un rendimiento promedio de 0,6 toneladas por hectárea (t/ha) durante el ciclo otoño-invierno a partir del mes de septiembre y mayormente con humedad residual.
No obstante, durante los cuatro años en que se ha hecho investigación ha sido posible evaluar el comportamiento del garbanzo en condiciones de temporal bajo con un adecuado manejo agronómico, obteniéndose hasta 2,2 t/ha lo que permite generar una utilidad de hasta 66 mil pesos (66 000 MXN), con un costo de producción reducido en un sistema de labranza mínima, por lo cual resulta una buena alternativa para los productores, además de que se trata de un cultivo con bajo requerimiento de agua, tolerante a sequía y con baja susceptibilidad a enfermedades y plagas.
Debido al potencial de este cultivo, actualmente se evalúa en tres sistemas de labranza —labranza convencional, con barbecho y rastra; labranza mínima, con subsoleo y rastrojo como cobertura; y cero labranza, en el cual no se ha realizado alguna actividad mecanizada—, con la finalidad de impulsarlo como alternativa en la reconversión de cultivos en la región.
Con los avances obtenidos hasta el momento es posible determinar que el cultivo de garbanzo se desarrolla muy bien en los sistemas donde se trabaja con agricultura de conservación, por lo que ahora el reto es promover entre los agricultores este cultivo como una alternativa viable para mejorar la fertilidad de suelo y una opción para generar ingresos.
Por sus ventajas agronómicas y sus aportes nutricionales, el garbanzo es una de las diversas especies promovidas para diversificar cultivos en el marco del proyecto ´Fortalecimiento del Acceso a Mercado para Pequeños Productores de Maíz y Leguminosas en Oaxaca, Chiapas y Campeche´, impulsado por Walmart Foundation y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).