Oaxaca de Juárez, Oax.- El término ‘financiamiento’, desde la perspectiva de muchos productores, está asociado a la aportación de dinero o al otorgamiento de un crédito a una persona, empresa u organización para que realice un proyecto, por lo que también está directamente relacionado con el pago de una tasa de interés. Sin embargo, existen diferentes tipos de financiamiento y mecanismos que pueden ayudar a los pequeños productores para que concreten un proyecto rural.
A través del proyecto ‘Fortalecimiento del Acceso a Mercado para Pequeños Productores de Maíz y Leguminosas en Oaxaca, Chiapas y Campeche’ —impulsado por Walmart Foundation y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— el CIMMYT y sus colaboradores en Oaxaca han trabado con productores de las localidades de San Jacinto Chilateca, San Martín Tilcajete y Zimatlán de Álvarez para asesorarlos en la gestión de financiamientos.
El objetivo del acompañamiento es fortalecer la producción de granos básicos mediante el desarrollo de capacidades orientado a los productores. Uno de los primeros pasos, por ejemplo, fue contratar un seguro agrícola que ayudara a minimizar los riesgos en la producción. Aunque este proceso se ha ralentizado debido a la pandemia por COVID-19, sí ha contribuido a la educación financiera de los productores.
Derivado de esos aprendizajes, desde 2019 varios productores empezaron a evaluar su participación en compras consolidadas mediante la asociación con otros productores de sus localidades (esquema que previamente se plantea con las casas comerciales locales). Al realizar compras en mayor volumen las casas comerciales ofrecen a los productores asociados la ventaja de obtener un descuento en los precios, lo que se traduce en un ahorro directo para el productor.
El señor Bernardino Mendoza (de San Jacinto Chilateca, municipio de Ocotlán de Morelos, Oaxaca) —por ejemplo— ahorró $300 con el solo hecho de comparar precios de un solo insumo en tres distintas casas distribuidoras. Sumados, estos pequeños ahorros (plasmados en un calendario de ahorro anual) ascienden a montos significativos que pueden ser utilizados en el siguiente ciclo productivo para insumos diversos.
El impulso de la asociatividad permite reforzar los principios y valores de los grupos de productores, tales como el compromiso de trabajo y el deseo de tener una mejor situación económica dentro del medio rural. Aunque muchas actividades de esta iniciativa han quedado en pausa debido a la contingencia sanitaria, los productores han manifestado interés y entusiasmo por continuar asociándose y obtener los beneficios de unir esfuerzos.
Para el CIMMYT y sus colaboradores en Oaxaca #LaAgriculturaSigue y la asociatividad —que permite concretar una integración productiva, mayor rentabilidad y mayores ingresos para los productores— es una de las acciones con las que las comunidades pueden hacer frente a estos tiempos de incertidumbre.