“Se buscaba que los colaboradores participaran en la capacitación porque ellos representan en el campo la fuerza ejecutora del proyecto, y el diplomado les daría las bases para meter el componente de inclusión en los proyectos que se impulsan”, explicó Nora Herrera.
4 de octubre de 2018.
Por: Ana Christina Chaclán, enlace de comunicación del Proyecto Buena Milpa Guatemala.
Quetzaltenango, Guatemala.- Se realizó la clausura del Diplomado Teórico Conceptual para el Análisis y Aplicación de la Inclusión Social en los Proyectos del Sistema Milpa, que tuvo una duración de seis meses, y en el que participaron colaboradores de organizaciones articuladas al Proyecto Buena Milpa. Óscar López Rivera, coordinador de la unidad académica de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) —sede Quetzaltenango—, comentó que durante el diplomado generaron elementos teóricos para asimilar de una manera más amplia la comprensión de la inclusión social, en el contexto de prácticas sociales de carácter excluyente, en donde impera la desigualdad y marginalidad social.
Los participantes forman parte de instituciones de gobierno y no gubernamentales, con las que colabora el Proyecto Buena Milpa en el occidente del país, entre ellas el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA); la Asociación de Organizaciones de los Cuchumatanes (Asocuch); la Asociación de Cooperación para el Desarrollo Rural de Occidente (CDRO); y la Asociación de Desarrollo Integral para el Occidente (Adipo).
“Se buscaba que los colaboradores participaran en la capacitación porque ellos representan en el campo la fuerza ejecutora del proyecto, y el diplomado les daría las bases para meter el componente de inclusión en los proyectos que se impulsan”, explicó Nora Herrera, asistente de investigación social para el Proyecto Buena Milpa.
Para William Chuc Norato, director de la Unidad de Proyectos de CDRO, lo aprendido durante el diplomado les ayudará a mejorar sus estrategias y propuestas para hacer más inclusivo el proceso de desarrollo económico, político y social. “Lo que toca ahora es trabajar a favor de las comunidades y de quienes más lo necesitan”, añadió Karén Alvarado, profesional de apoyo de Hogar Rural de la sede de MAGA en Totonicapán.
La realización del diplomado tuvo un costo de Q107,000, y fue financiado por el Proyecto Buena Milpa, ya que uno de sus ejes de trabajo es la inclusión de grupos marginados, como mujeres, jóvenes y comunidades indígenas.