Alarmados por el riesgo de escasez mundial y regional de alimentos provocada por la pandemia del COVID-19, una coalición de empresas, grupos de agricultores, industria, organizaciones no gubernamentales y académicos ha pedido a los líderes mundiales que mantengan un comercio abierto de sus excedentes de alimentos.
Publicado por la Coalición para la Alimentación y Uso del Suelo (FOLU, en inglés) el 9 de abril de 2020, y firmado por 60 expertos, el llamado a la acción insta a los líderes mundiales a mantener el suministro de alimentos, apoyar especialmente a las personas vulnerables y financiar sistemas alimentarios sostenibles y resilientes.
Cubierto por los principales medios de comunicación mundiales, la declaración alienta a los gobiernos a tratar la producción, el procesamiento y la distribución de alimentos como un sector esencial —similar a la atención de salud pública— y por lo tanto a apoyar las actividades continuas, seguras y saludables de los agricultores y otras personas que contribuyen al sector, según Martin Kropff, Director General del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y signatario del llamado a la acción.
“Los consumidores en los países de bajos ingresos enfrentan la mayor amenaza de inseguridad alimentaria”, dijo Kropff. “Su acceso tenue a alimentos nutritivos se ve comprometido cuando las naciones productoras de alimentos excedentes eligen cerrar el comercio como medida defensiva”.
Kropff agregó que muchos hogares en países de bajos ingresos dependen de la agricultura o actividades relacionadas para su alimentación y sustento. Su productividad y seguridad alimentaria se ven comprometidas por enfermedades o restricciones de movimiento o trabajo.
“El llamado a la acción resuena con los hallazgos de un estudio histórico de 2015 realizado por Lloyd’s of London”, explicó. “Ese trabajo destacó la fragilidad de los sistemas alimentarios mundiales en caso de choques coincidentes, un resultado que parece totalmente posible ahora, dados los impactos de la pandemia del COVID-19 en la salud, cultura y economía”.
Al mismo tiempo, el trabajo del CIMMYT, otros centros del CGIAR y sus socios en todo el mundo ayuda a estabilizar los sistemas alimentarios, según Kropff.
“Nuestros resultados de investigación incluyen variedades de cultivos de alto rendimiento, resistentes al clima y métodos de cultivo más productivos, rentables y sostenibles. Esto les da a los agricultores, y especialmente a los pequeños productores, los ingredientes para una agricultura más eficiente y efectiva. Se basan en la realidad a través de los comentarios de los agricultores y socios locales, así como de estudios socioeconómicos sobre mercados y cadenas de valor para la producción, procesamiento y distribución de alimentos”.