Ver, oler, caminar y sentir la milpa —aunque sea por breves instantes— es una experiencia que vale la pena vivir. Ayuda a comprender el valor de ese sistema milenario y la importancia de preservar su riqueza biocultural. Experiencia Milpa fue un recorrido que hizo posible esta interacción. En él participaron miembros del Consejo de la Fundación Haciendas del Mundo Maya (FHMM); productores; familias; colaboradores; y el equipo del Hub Península de Yucatán, del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).
El recorrido se realizó en la parcela (módulo demostrativo) de don José del Carmen Chi, productor beneficiario del proyecto Milpa Sustentable en la Península de Yucatán. El objetivo fue dar a conocer de manera didáctica y resumida los principales impactos y aprendizajes que este proyecto ha generado gracias a la inversión de la FHMM y Fomento Social Banamex (FSB) y al trabajo de toda la red de innovación que —en este caso— estuvo representada por el doctor José Castillo, profesor investigador de la Universidad Autónoma de Yucatán, colaboradora fundamental del Hub Península de Yucatán.
El recorrido buscó crear una experiencia a través de la cual los participantes pudieran conocer qué es la milpa, tanto la trabajada de manera convencional con el sistema de roza, tumba y quema como la que usa las innovaciones agrícolas sustentables que se han promovido, adaptado y adoptado de manera secuencial conforme el ciclo agrícola avanza.
Para tal efecto, se establecieron cinco estaciones dentro de la parcela para mostrar la milpa convencional; las innovaciones de arreglo de siembra; la Agricultura de Conservación; la fertilidad integral; el Manejo Integrado de Malezas; el Manejo Agroecológico de Plagas; el resguardo de semillas nativas; el manejo poscosecha; el mejoramiento participativo; la vinculación de los productores a mercados; y las estrategias de desarrollo de capacidades, inclusión social y fortalecimiento de la red de innovación que se han implementado y han evolucionado durante el avance del proyecto.
Fue de la voz de los productores y sus familias, protagonistas del evento, que Milpa Sustentable en la Península de Yucatán fue descrito como un proyecto integral y de suma importancia por sus logros y su impacto. El programa ha beneficiado de manera directa a más de 2,000 productores con innovaciones tecnológicas en sus sistemas de producción, impactando de forma positiva en sus familias y en los actores que conforman la red de innovación regional (que abarca desde estudiantes e investigadores hasta consumidores y Gobiernos locales).
Una característica importante de este proyecto es que no solo contribuye a la seguridad alimentaria de la población rural, sino que trabaja fuertemente por conservar el medioambiente a través de sus actividades. Este año fue reconocido por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) como una de las soluciones locales más destacadas e innovadoras para hacer frente al cambio climático y fomentar el desarrollo sustentable de las comunidades rurales y los grupos indígenas.
Por otra parte, los consejeros de la FHMM hablaron sobre el impacto positivo que se ha generado (tanto a nivel agronómico como de desarrollo humano) como consecuencia de abordar de forma integral sistemas complejos como la milpa. Asimismo, se resaltó la importancia de dar seguimiento y apoyo a iniciativas como Milpa Sustentable en la Península de Yucatán, que son medibles y trazables, para mantener sistemas de producción dentro de la línea de la sustentabilidad.
A partir de Experiencia Milpa, los participantes reflexionaron sobre cómo la milpa, su estudio, su protección y su fortalecimiento contribuyen a mejorar la calidad de vida de las personas. Los participantes concluyeron que aún quedan desafíos; sin embargo, se tienen las herramientas, la metodología y la motivación de los actores involucrados (desde los productores hasta los donantes). Lo anterior se suma a los procesos de mejora continua y el trabajo colaborativo que han enmarcado a este proyecto, los cuales —por supuesto— serán fundamentales para dar continuidad al mantenimiento de la milpa como estilo de vida y como sistema de producción sostenible.