“Si en un futuro cercano no se hace nada en América Latina, el cambio climático actuará con daños irreparables, como alteraciones en los patrones hídricos, deshielo de los glaciares de la región (Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Bolivia y Argentina), y los grandes reservorios de agua dulce empezarán a escasear”
24 de marzo de 2015.
“México, referente mundial de excelencia y sustentabilidad” fue la conferencia magistral que ofreció Bram Govaerts, director adjunto del Programa Global de Agricultura de Conservación, durante su participación en el segundo día de actividades del foro agrícola Expoceres 2015, donde detalló que México debe ser un referente en investigación agrícola, ya que tiene todo el potencial para ser punta de lanza a escala internacional para el mejoramiento de cereales como maíz y trigo.
Govaerts aseguró que es necesario generar una visión global para la aplicación de sistemas agrícolas sustentables que les permitan a los agricultores del mundo obtener rendimientos más altos, estables y con mayor impacto benéfico al medio ambiente.
También presentó la Estrategia de Intensificación Sustentable para América Latina, cuyo objetivo es mejorar las condiciones de vida de los pobladores rurales por medio de la intensificación sustentable de los sistemas de cultivo de granos básicos. La estrategia, basada en los principios de investigación, desarrollo e innovación (I + D + I) genera su aplicación en campo con el uso de semillas con mayor potencial de rendimiento y adaptación, Agricultura de Conservación y agricultura de precisión.
El científico originario de Bélgica también participó junto a otros científicos mexicanos en el panel de discusión “Si cambia el clima, cambiemos nosotros”, donde argumentó que no estamos haciendo nada para revertir estos efectos, y que la respuesta no solo está en la conciencia, sino en la investigación. “Necesitamos generar conciencia, pero es también de suma importancia invertir en ciencia, innovación, desarrollo y en la aplicación de sistemas agrícolas sustentables”, comentó Govaerts.
Argumentó que el cambio climático se ha adelantado 20 años a las previsiones hechas. Es un riesgo que se debe atender, pues se presenta de manera extremosa, algo para lo que no estábamos preparados. Claro ejemplo del cambio climático son las precipitaciones que se han presentado en estos meses en la zona de los Valles Altos en México —que comprende estados como Hidalgo, México, Puebla, Distrito Federal y Tlaxcala—, ya que las lluvias no deberían iniciar sino hasta el mes de abril.
Comentó que si en un futuro cercano no se hace nada en América Latina, el cambio climático actuará con daños irreparables, como alteraciones en los patrones hídricos, deshielo de los glaciares de la región (Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Bolivia y Argentina), y los grandes reservorios de agua dulce empezarán a escasear, además de la expansión de los desiertos en la región.
“Si los productores aplican la tecnología lograrán una reducción de entre 20 y 30 por ciento de los costos de producción, pero si continúan aplicando los métodos convencionales, dentro de 15 años saldrán de la jugada, sobre todo si se siguen teniendo crisis climáticas como la falta de agua, heladas o sequía”, finalizó.