Como nativa de Obregón, México, Carolina Rivera tiene una conexión única con el corazón de los campos de trigo de Norman Borlaug. Ahora lleva consigo el legado de Borlaug y trabaja como fisióloga del trigo en el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y coordinadora de datos de la Asociación Internacional de Rendimiento de Trigo (IWYP por sus siglas en inglés).
Dado su talento y pasión por la investigación del trigo, no es de extrañar que Rivera sea una de las seis galardonadas con el premio Jeanie Borlaug Laube Women in Triticum (WIT) Early Career 2019. Como joven científica en el CIMMYT, Rivera ha trabajado para identificar nuevos rasgos asociados con la optimización de la morfología de las plantas con el objetivo de aumentar el número y el rendimiento de los granos.
El premio Jeanie Borlaug Laube Women in Triticum brinda oportunidades de desarrollo profesional para las mujeres que trabajan en el trigo. El panel de revisión responsable de la selección de las candidatas en la Iniciativa Mundial Borlaug Contra la Roya (BGRI por sus siglas en inglés) quedó impresionado con Rivera por su compromiso con la investigación sobre el trigo a nivel internacional y su potencial para asesorar a futuras científicas.
Establecido en 2010, el premio lleva el nombre de Jeanie Borlaug Laube, defensora y mentora de la ciencia del trigo, e hija del ganador del Premio Nobel, el Dr. Norman E. Borlaug. Como ganadora, Rivera está invitada a asistir a un curso de capacitación en el CIMMYT en Obregón, México, en la primavera de 2020, así como al Taller Técnico BGRI 2020, que se llevará a cabo en el Reino Unido en junio de 2020. Desde la fundación del premio WIT, se ha galardonado a 50 mujeres.
Las ganadoras de 2019 se anunciaron el 20 de marzo durante la Semana de Visitantes del Programa Global de Trigo del CIMMYT en Obregón.
En la siguiente entrevista, Rivera comparte sus pensamientos sobre la relevancia del premio y su carrera como mujer en la ciencia del trigo.
P: ¿Qué significa para usted recibir el premio Jeanie Borlaug Laube WIT ?
Me siento muy honrada de haber sido considerada para el premio WIT, especialmente después de haber leído las inspiradoras biografías de las antiguas galardonadas. Recibir este premio me ha alentado aún más a seguir haciendo lo que amo mientras me mantengo firme como mujer en la ciencia.
Será un gran honor recibir el premio que lleva el nombre de Jeanie Borlaug, que es una defensora muy activa de la investigación sobre el trigo. También estoy muy emocionada de asistir al Taller Técnico BGRI el próximo año, donde mejoradores y científicos líderes actualizarán a la comunidad mundial del trigo en la investigación de la roya del trigo. ¡Espero ver a muchas mujeres en la reunión!
P: ¿Cuándo se interesó por primera vez en la agricultura?
Mi primer encuentro real con la agricultura fue en 2009 cuando me uní al CIMMYT Obregón como estudiante pasante de pregrado. Soy originaria de Obregón, así que recuerdo haber conocido la presencia del CIMMYT, el Campo Experimental Norman E. Borlaug (CENEB) y el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) en mi ciudad, pero realmente no entendía la importancia y el impacto real de la investigación procedente de esas instituciones. Después de unos meses trabajando en el CIMMYT, me enfoqué mucho en mi trabajo y me visualicé como una científica del trigo.
P: ¿Por qué es importante para usted que haya una comunidad solida de mujeres en la agricultura?
Sabemos que las mujeres desempeñan un papel muy importante en la agricultura en las comunidades rurales, pero en la mayoría de los casos no obtienen los mismos derechos y reconocimiento que los hombres. Por tal motivo, las políticas — como los derechos sobre la tierra — deben cambiar y tanto las mujeres como los hombres deben ser educados en igualdad de género. Creo que, con este último factor, es más probable que se fortalezca a las comunidades de mujeres, tanto nuevas como existentes, que trabajan en la agricultura.
Además, las mujeres deberían participar más en la ciencia para mostrar que la investigación agrícola es un área donde se necesitan varias ideas y perspectivas. Para lograr esto a largo plazo, las políticas deben considerar las prácticas sociales y culturales actuales que frenan el avance de las mujeres en sus carreras.
P: ¿En qué está trabajando actualmente con el CIMMYT y la IWYP?
Soy una becaria postdoctoral en el Programa Global de Trigo del CIMMYT donde trabajo en proyectos de colaboración para mejorar el potencial de rendimiento del trigo financiado por la Asociación Internacional de Rendimiento de Trigo (IWYP). También estoy liderando la implementación de la base de datos de investigación internacional de la IWYP, ayudando a desarrollar las bases de datos de trigo del CIMMYT en colaboración con el Programa de Recursos Genéticos. Además de la investigación y la gestión de datos, me apasiona ofrecer capacitaciones a estudiantes y visitantes sobre enfoques de fenotipificación de campo.
P: ¿Dónde se ve en el mundo de la agricultura en los próximos 10 años?
En 10 años, me veo como una científica independiente que genera ideas que contribuyen a lanzar variedades de trigo con mayor potencial de rendimiento y mejor tolerancia al estrés por calor y sequía. También me veo estableciendo estrategias para racionalizar el desarrollo de capacidades para estudiantes graduados en México. De igual manera, me gustaría contribuir a los cambios de políticas en educación y financiamiento para la ciencia en México.