De acuerdo con estimaciones de las Naciones Unidas, la agricultura, ganadería y la gestión del sistema alimenticio actual generan cerca del 23 % de los gases de efecto invernadero que propician el calentamiento global y contribuyen al cambio climático.
Además del impacto ambiental, la relación entre agricultura y ganadería en términos de productividad y rentabilidad no siempre es la más adecuada: el sobrepastoreo propicia la compactación del suelo y la alimentación del ganado con rastrojo no permite conservar estos residuos agrícolas sobre la superficie, lo cual limita la posibilidad de incrementar la cantidad de materia orgánica y mejorar las propiedades del suelo.
Ya que la transición del sector agropecuario hacia sistemas más sostenibles es una tarea de primer orden de importancia, en la plataforma de investigación Texcoco II “se evalúa el efecto de manejo de rastrojo, pastoreo, cultivos de cobertura y composta sobre el desarrollo y rendimiento de maíz criollo y cebada en camas permanentes en condiciones de temporal”, señalan los investigadores responsables de esta plataforma.
Aunque las investigaciones sobre este tipo de sistemas tienen poco tiempo de haberse iniciado en la plataforma (2020) y aún no hay resultados que puedan considerarse concluyentes, sí hay tendencias sobre el tipo de agricultura que puede aportar los mejores resultados para sistemas agropecuarios en condiciones agroclimáticas como las de los Valles Altos.
Con respecto a los rendimientos de maíz, por ejemplo, los investigadores manifiestan que la sequía que se presentó de mayo a la primera quincena de julio afectó más a los tratamientos con poca cobertura de rastrojo en la superficie. En los tratamientos de camas permanentes y camas convencionales donde el rastrojo fue retenido, los rendimientos de maíz, señalan, fueron similares, sobresaliendo el rendimiento de camas permanentes y retención de rastrojo con pastoreo.
Para el caso del cultivo de cebada, aunque no hubo diferencia significativa, el mayor rendimiento (4.3 t/ha) fue el del tratamiento con camas permanentes y dejando rastrojo con pastoreo, seguido del tratamiento donde no se hizo pastoreo (3.3 t/ha). Sin embargo, cabe mencionar que “todos los tratamientos con remoción de rastrojo en camas permanentes tuvieron rendimientos menores a 1 t/ha”, precisan los investigadores.
Estos primeros resultados generados en la plataforma sobre la interacción de sistemas agrícolas y pecuarios son importantes porque aportan evidencia para comprender mejor la interacción entre sistemas agrícolas y pecuarios.
La plataforma de investigación Texcoco II (establecida en 1999, pero haciendo ajustes a sus tratamientos en 2020 a fin de responder a las necesidades regionales) forma parte de la red de plataformas de investigación del CIMMYT y sus colaboradores, la cual es una de las redes de investigación agrícola más grandes a nivel mundial. Es impulsada por proyectos como AgriLAC Resiliente, Agriba Sustentable, Excellence in Agronomy, y otros igualmente importantes.