De acuerdo con el Índice de Riesgo Climático Global 2020 de la organización Germanwatch, entre 1999 y 2018 murieron 495,000 personas como consecuencia directa de más de 12,000 fenómenos meteorológicos extremos. En el caso de Veracruz, los riesgos climáticos son potenciados debido a que su amplio litoral está expuesto a los ciclones tropicales, los cuales han aumentado su número e intensidad debido al cambio climático.
El reporte de riesgos indica también que las regiones más pobres son las más vulnerables a los riesgos climáticos, viendo amenazada incluso su seguridad alimentaria. En los ciclos agrícolas recientes, por ejemplo, los productores de Cotaxtla —donde 66.4% de la población está en situación de pobreza— han tenido pérdidas económicas considerables debido a la variabilidad climática (sequías más prolongadas y lluvias más intensas y fuera de ciclo).
Para mitigar los efectos del cambio climático en Cotaxtla, el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y la asociación civil Educampo sumaron esfuerzos, conocimientos y experiencias para apoyar a los productores de ese municipio. Y durante el último bimestre de 2019 el CIMMYT brindó una capacitación a productores que subsisten bajo condiciones de alta marginación y que participan con Educampo.
El objetivo central de la capacitación —impartida por un técnico certificado en Agricultura Sustentable— fue mostrar a los productores las herramientas necesarias para conocer los principales problemas que enfrentan en sus sistemas de producción, para así identificar las innovaciones agronómicas que pueden resolverlos o controlarlos.
Debido al cambio climático, es fundamental que los productores adopten prácticas agronómicas y variedades vegetales tolerantes al calor y el estrés hídrico (falta de agua). Por esto, entre las opciones brindadas por el CIMMYT destaca el cultivo de leguminosas —como canavalia, mucuna, crotalaria y soya, entre otras— para mejorar las condiciones del suelo y mitigar el aumento de la temperatura, que es uno de los principales efectos del cambio climático.
La suma de esfuerzos de organizaciones como el CIMMYT y Educampo, así como la disposición de los productores para adoptar innovaciones agronómicas que les permitan adaptarse a la variabilidad climática, brinda la posibilidad de que las comunidades reduzcan los riesgos inherentes del clima actual y futuro, asegurando la alimentación de sus familias, sus ingresos y sus recursos naturales.