Dentro de las principales virtudes del proyecto se encuentra la integración de las cadenas de valor y actores clave; se logró consolidar los esfuerzo del gobierno estatal y municipal, productores, instituciones, empresas proveedoras de insumos y empresas productoras de alimentos.
La base del programa es el establecimiento de planes tecnológicos que permitan tener la flexibilidad que requiere la producción de maíz, atendiendo los cambios climáticos (91% del programa se desarrolló en zonas de temporal).
En primer lugar, se desarrolló un plan tecnológico que se estructuró conjuntamente con el CIMMYT y para lograr un eficaz seguimiento fue necesario organizar un equipo de técnicos, los cuales son liderados por un técnico certificado en Agricultura de Conservación.
El grupo de técnicos fue seleccionado a través de una serie de evaluaciones de sus competencias, las cuales han sido reforzadas mediante capacitación y acompañamiento de otros técnicos especializados en los diferentes temas. Para lograr estructurar estos programas de capacitación, pago de técnicos y acompañamiento de consultores, se han conjuntado recursos de FIRA, Firco y el gobierno del estado de Morelos.
En materia de financiamiento, además de los servicios de fondeo y garantía de FIRA, se contó con la aportación de garantías líquidas por parte del gobierno del estado. La participación desde el principio de los proveedores de insumos también contribuyó a obtener mejores precios, oportunidad en el abasto, transferencia tecnológica, acompañamiento y calidad de los productos.
A lo largo de todo el ciclo de producción se impartieron días demostrativos, en los que además de la capacitación otorgada a los productores, se logró consolidar un grupo de productores, que difundirán el esfuerzo con otros agricultores de la zona, con la finalidad de incrementar tanto la superficie como el número de productores a este nuevo esquema que FIRA promueve en Morelos.
Dado que uno de los grandes problemas de la producción agropecuaria ha sido tener la seguridad en la compra del producto, fue importante incorporar a una entidad que diera esta certeza y confianza. La nueva planta de Malta Clayton aportó no sólo eso. Esta empresa productora de alimentos, además de garantizar la compra de la producción, aseguró el pago a tiempo de la cosecha y participó en un esquema de Agricultura por Contrato, que hoy por hoy es indispensable para consolidar una cultura de administración de riesgos, complementada con la compra de coberturas de precios.