Alejandrina Dávila Cid es una de las integrantes de la sociedad cooperativa Sabores Mazatecos, la cual nació en 2012 porque, como ella, otras mujeres veían cómo “se echaba a perder” el durazno que crecía en el huerto que trabajaba su esposo.
La primera idea fue elaborar duraznos en almíbar y mermelada, pero entre todas han logrado tantos apoyos que ahora procesan dos toneladas y media de este fruto, al igual que de guayaba, pera, manzana, dulce de capulín y chile canario en escabeche con zanahoria y cebolla.
En 2021 aceptaron ser parte del proyecto Fortalecimiento del Acceso a Mercado para Pequeños Productores de Maíz y Leguminosas en Oaxaca, Chiapas y Campeche, de Walmart Foundation y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).
Alejandrina García Dávila, colaboradora del CIMMYT que se encarga de dar asesoría a las integrantes de Sabores Mazatecos, destaca que el objetivo es fortalecer sus actividades con la comercialización y construir una cartera de negocios.
En temporada de guayaba, entre finales de octubre y todavía parte de enero, en la sede de la cooperativa procesan de 30 a 60 kilos al día que se convierten en 300 frascos de medio kilo o un kilo de mermelada.
Entre abril y mayo envasan hasta 500 frascos de un litro de duraznos en dulce. No necesitan agregar conservadores ni ningún tipo de químico para que cada frasco de conserva que elaboran en Sabores Mazatecos tiene una vida en anaquel de tres a cinco meses.
La asesoría de Walmart Foundation cobran más relevancia en un año en que imperaron las restricciones sanitarias por la COVID-19. Graciela García Reyes, vicepresidenta de Sabores Mazatecos, sabe que el propósito en común es generar más empleos que no sean solo para las integrantes de la cooperativa, sobre todo porque en esta comunidad rural las oportunidades laborales son muy escasas.
Magnolia Araceli García Reyes, quien también es parte de Sabores Mazatecos, puede vender la producción familiar de su parcela conformada por dos hectáreas con árboles de durazno. Recuerda que en 2020 logró que la producción fuera mucha, 70 kilos por cada una de las 3 cosechas, pero el siguiente año dejó “descansar las ramas”.
“Vienen ya productores de Teopoxco, Huejuetan, Cerro Verde y en total ocho municipios cercanos que ofrecen su producto”, dice con la satisfacción de que el proyecto se ha fortalecido con el proyecto de Walmart Foundation y el CIMMYT.