La agricultura de conservación (AC) es una práctica agrícola sostenible y rentable que busca la protección del medio ambiente y la reducción de costos de producción. Consiste en hacer un movimiento mínimo del suelo, dejar el rastrojo en la superficie y practicar la diversificación de cultivos. Si estás interesado en la adopción de este sistema, a continuación hablamos sobre la siembra y el control de malezas, dos temas que por el manejo de la soca suelen verse como un obstáculo:
Para iniciar: En el sistema de AC el “Año Cero” es una práctica clave para el futuro, ya que se solucionan los problemas de compactación y de nivelación existentes en el terreno y se trazan los surcos con uniformidad para evitar mover el suelo posteriormente.
Para sembrar: Es fundamental la distribución uniforme de los esquilmos sobre la superficie del suelo, por lo que se recomienda que la trilladora tenga el equipo esparcidor de residuos al momento de ir cosechando. Si consideras necesario desmenuzar el rastrojo, es recomendable hacerlo una vez que concluya la temporada de lluvias.
En el mercado existen diferentes equipos y marcas especiales para la AC, pero también ha sido un éxito la modificación de los implementos con los que cuenta el productor, como la fertilizadora y sembradora, a la que se le adapta un disco cortador o machete, según sea el caso, para manejar mejor los residuos de los terrenos y llevar a cabo una fertilización y siembra adecuada y eficiente. De igual manera, a las sembradoras tradicionales, sin importar la marca, se les pueden adaptar discos cortadores adelante del módulo de siembra para que funcionen adecuadamente sobre los residuos de cosecha.
Para fertilizar: En el caso de fertilizadoras es necesario que los equipos cuenten con dos o tres barras para poder jugar en la configuración de los timones y discos y tener espacio para el desfogue de la paja; siempre se colocará el disco en la primera barra y éste hará la labor de corte del esquilmo; una vez cortado el residuo se puede realizar la siembra con una sembradora de uso tradicional.
Para controlar malezas: Se recomienda hacer un plan integral para disminuir la maleza de corto a mediano plazo. Se inicia con el monitoreo sistemático de las malas hierbas y la implementación de un control a tiempo, que se puede realizar con trituradora o con herbicidas específicos antes y después de la siembra, lo que evita que las malezas diseminen la semilla en el terreno; de esta manera paulatinamente se reducirá el banco de semilla en el suelo. Otro de los beneficios de mantener la soca como cobertura es que reduce en gran porcentaje la germinación de malas hierbas.
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