De acuerdo con el Estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo, divulgado por las Naciones Unidas, la crisis económica derivada en gran parte de la pandemia por COVID-19 detonó uno de los mayores aumentos del hambre en el mundo en décadas, haciendo que el número de personas subalimentadas en 2020 ascendiera a 811 millones, esto es, cerca de la décima parte de la población mundial.
“En nuestra región y el resto del mundo vemos cada vez más personas en estado de vulnerabilidad con algún tipo de carencia alimentaria, y, con la llegada de la pandemia, esta situación se magnificó. (…) Desde nuestra trinchera, nuestras armas más poderosas para aportar a reducir la inseguridad alimentaria en los distintos países donde operamos son la estrategia de responsabilidad social global llamada Mejores Días y nuestras alianzas clave”, refiere Nicolás Amaya, presidente de Kellogg Latinoamérica en un artículo recientemente publicado por Forbes.
En el artículo, Nicolás Anaya enfatiza en el papel decisivo de la agroindustria en la lucha contra el hambre y destaca el proyecto de Apoyo al Abastecimiento Responsable que impulsa Kellogg en conjunto con el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), con el cual se impulsa a que los agricultores produzcan de forma sostenible maíces amarillos.
Apoyo al Abastecimiento Responsable se desarrolla en diversos puntos del norte del país y de El Bajío. Actualmente está beneficiando a unos 400 agricultores quienes están implementando prácticas de Agricultura Sustentable en más de 6,000 hectáreas de tierra. Esos productores han logrado, a partir de las prácticas sustentables, tener una rentabilidad del 36% y se espera, en una segunda etapa del proyecto, impactar en mil familias de productores y cubrir más de 20 mil hectáreas donde se producirán más de 190 toneladas de maíz amarillo de forma sustentable.
Además, al cultivar grano de alta calidad se está logrando producir más con menos agua. También se está haciendo un uso idóneo de los productos para tratamiento de semillas y control de plagas y malezas, y se ha logrado disminuir en un 23% la emisión de CO2 a la atmósfera.
Con esta y otras iniciativas, Kellogg busca contribuir significativamente a los esfuerzos para lograr la seguridad y la autosuficiencia alimentaria de México y otros países donde tiene presencia. Te invitamos a leer el artículo completo en: https://www.forbes.com.mx/ad-kellogg-el-gigante-que-contribuye-a-la-seguridad-alimentaria/
Con información de Forbes Content.