“Cosechar cuando nadie cosecha”
Por: Hugo Castellano.
15 de mayo de 2017.
Texcoco, Edo. México.- El proyecto representado por el doctor Alfonso Larqué Saavedra, quien recibió el Premio Cargill-CIMMYT 2a edición 2016 en la categoría Investigadores, denominado “Sistema de producción continua de maíz (PCM) en Yucatán” se asienta sobre un concepto clave y básico. La idea central de este proyecto es la de “cosechar cuando nadie cosecha”. El doctor Larqué menciona que “esto nos permitió que pudiésemos obtener en siembra directa de maíz hasta 10 toneladas por hectárea por año. Y cuando probamos el trasplante” como técnica para reducir situaciones críticas en las plantaciones de maíz, “logramos tener hasta 15 toneladas por hectárea por año”. Concretamente, el modelo de trasplante de plántulas de maíz permitió cosechar 150,000 mazorcas de maíz por hectárea en cuatro ciclos sucesivos o 15 toneladas por hectárea de grano seco en tres ciclos sucesivos.
El doctor Larqué, con su extensa labor científica, cuenta con reconocimiento tanto nacional como internacional. Su valiosa contribución para elevar la producción agrícola, y un aprovechamiento eficiente de recursos, marcan toda una vida dedicada a la investigación.
El Sistema de Producción Continua de Maíz (PCM) se sustenta también en prevenir la degradación y agotamiento de, insumos como también de los recursos productivos. El otro elemento destacado es que aumenta la capacidad de las unidades productivas de conservarlos y aprovecharlos en forma eficiente.
El sistema PCM puede producir 365,000 toneladas de grano en 35,000 hectáreas con infraestructura de riego para satisfacer el consumo estimado de Yucatán en 2025. Se necesitaría dos millones de hectáreas para producir esta cantidad de grano bajo el sistema tradicional de roza, tumba y quema que se practica en Yucatán.
En cuanto a la rentabilidad a través del sistema, los números muestran su eficacia. Aumenta la utilidad o reduce los costos de las unidades productivas participantes: 10 veces más ingreso para los productores de la zona por la venta de grano, mazorcas y forraje.
“Creemos que, definitivamente, esta innovación puede ser de gran importancia –señala el doctor Larqué- para toda la Península, que de hecho muchos productores están ocupando, fundamentalmente para la producción de elote y rastrojo”.
El ganador del Premio aporta una reflexión que va aún más allá de los alcances directos del proyecto. “Este sistema de producción continua de maíz que eleva de menos de una tonelada por hectárea por año bajo el sistema tradicional, a 10 toneladas por hectárea por año, por lo menos, nos da la certeza de que la innovación tecnológica es urgente en el campo mexicano y ciertamente tiene que ver con la seguridad alimentaria, dado que tenemos que trabajar en dos campos, la producción de básicos y dar valor agregado en nuestros productos.