Las fuertes lluvias del verano han provocado graves inundaciones en Pakistán, que han afectado a más de 800.000 hectáreas de terreno. Las zonas rurales de las provincias costeras del sur han sido las más afectadas y el nivel de las aguas sigue siendo alto en todo el sistema del río Indo. Esto agrava las desigualdades existentes en los medios de subsistencia y representa importantes impactos humanitarios y agrícolas.
Debido a los daños causados por las inundaciones, los economistas estiman que las pérdidas directas de las cosechas ascienden a unos 2.300 millones de dólares. Los informes indican que más de 32 millones de personas han sido desplazadas por las inundaciones y las necesidades humanitarias urgentes incluyen el acceso a los alimentos, el agua, el refugio y la salud pública.
El Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) alienta firmemente a que se aumenten las inversiones para garantizar que nuestros sistemas agrícolas puedan adaptarse a los impactos del cambio climático y mitigarlos. En el contexto actual, el desarrollo y la distribución de semillas de trigo mejoradas debe considerarse un pilar central de la respuesta a las inundaciones para asegurar los medios de vida dependientes del trigo.
Ninguna gota, ya sea geopolítica o climática, inclinará la balanza de nuestro sistema alimentario mundial. Pero debemos ser cada vez más conscientes de los efectos agravantes y amplificadores de cada crisis y desarrollar estrategias hacia sistemas agroalimentarios más sostenibles.
Foto de portada: Zonas actuales de cultivo y tierras de cultivo afectadas por las inundaciones en Pakistán. Esto pone de manifiesto el importante impacto de las aguas de las inundaciones, especialmente en las tierras de cultivo del sur del país. Los límites indicados en este mapa no implican una aprobación o aceptación oficial.