En las instalaciones de la Asociación Agrícola Local de Valle de Santiago, Guanajuato, se reunieron los productores y técnicos que participan en Cultivando un México Mejor para la presentación de los resultados del ciclo 2018-2019 de ese proyecto de sustentabilidad agrícola que impulsan la empresa HEINEKEN México y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), cuyo objetivo principal es reducir el consumo de agua en los cultivos de cebada.
En el acto estuvieron presentes Federico Chavarín, de HEINEKEN México; Erick Ortiz, gerente del Hub Guanajuato —del CIMMYT—; José Luis Nieto, presidente de la Asociación Agrícola Local de Valle de Santiago; Fernando Fernández, técnico de CyASA; integrantes del equipo técnico que opera el proyecto en Guanajuato; y productores de los municipios de Apaseo el Grande, Celaya, Cortázar, Jaral del Progreso, Salvatierra y Villagrán.
Entre las prácticas sustentables que los productores que participan en el proyecto han implementado se encuentran el manejo integral de plagas, enfermedades y malezas; la utilización de microorganismos eficientes —bacterias y levaduras que ayudan a mejorar los suelos afectados por la aplicación indiscriminada de agroquímicos—; el uso del sensor GreenSeeker®, que permite realizar mediciones para hacer más eficiente la fertilización nitrogenada; el diseño de riego; la siembra en hileras; la fertilidad integral; y otras prácticas derivadas de la Agricultura de Conservación, sistema basado en los principios de mínima labranza, aprovechamiento del rastrojo como cobertura y rotación de cultivos.
En conjunto, estas prácticas sustentables les permitieron a los productores tener mayores utilidades y rendimientos, así como un ahorro de 20% en el consumo de agua —es decir, 1,200 metros cúbicos en promedio— en el ciclo 2018-2019, en comparación con los cultivos manejados con prácticas convencionales. La cifra es aún más significativa si se consideran el clima cambiante y las enfermedades que se presentaron durante el ciclo agrícola, como infecciones por hongos: fusarium (Fusarium spp.) y mancha reticulada (Pyrenophora teres).
De acuerdo con Francisco Javier Escamilla y Jorge Martínez, dos de los productores que participan en el proyecto, registrar el consumo del agua y los rendimientos —tanto de las parcelas cultivadas con labranza convencional como de las de Agricultura de Conservación— les permitió observar de forma tangible las ventajas de hacer una Agricultura Sustentable. Además, con la Agricultura de Conservación no necesitaron usar amoniaco (fertilizante que —mal empleado— puede ser nocivo para la salud humana) para obtener buenos rendimientos, y las parcelas sembradas con este sistema tuvieron menor incidencia de enfermedades.
Con estos resultados, el proyecto Cultivando un México Mejor pone de relieve la pertinencia de la Agricultura Sustentable en los cultivos de cebada, no solamente para ahorrar agua, sino para brindar a los productores las herramientas necesarias para que desarrollen capacidades que les permitan tomar mejores decisiones en favor de sus sistemas productivos y el medioambiente.