En el marco de la iniciativa Soluciones Positivas para la Naturaleza, impulsada por la Alianza Bioversity y CIAT y el CIMMYT, se llevó a cabo una gira de entrega y validación de resultados de los talleres de conservación de maíces nativos en la Sierra Nevada de Santa Marta, Colombia. Este evento es un paso importante en los esfuerzos para conservación de los maíces nativos y el fortalecimiento de casas de semillas.
La jornada se desarrolló en el Banco de Semillas Nativas del Pueblo Indígena Kankuamo, donde representantes de los Comités de Buen Vivir y Planeación se reunieron con agricultores locales, incluyendo mujeres y hombres dedicados al cultivo de maíces nativos y criollos. Entre los asistentes también se encontraban un profesional en agronomía, técnicos agrícolas y una estudiante de ingeniería agroforestal. Este encuentro permitió un valioso intercambio de conocimientos entre las comunidades locales y los equipos de investigación del CIMMYT y la Corporación colombiana de investigación agropecuaria, Agrosavia.
Durante el evento, se entregaron equipos para la conservación de las semillas, como determinadores de humedad, zarandas, envases de vidrio y plástico, y contenedores herméticos. Estos recursos permitirán a las comunidades mejorar sus prácticas de almacenamiento y preservación de maíces nativos, garantizando así su viabilidad a largo plazo.
Una parte destacada de la jornada fue el conversatorio, donde los asistentes discutieron y practicaron métodos alternativos para determinar la humedad del grano, como el uso de sal, comparándolo con el equipo electrónico especializado. A través de este ejercicio, los participantes pudieron evaluar la efectividad de ambas técnicas y reconocieron que el método de la sal es útil para determinar si el grano está lo suficientemente seco para su conservación.
Recuperar las semillas propias y multiplicarlas fue una de las expectativas compartidas por el coordinador de la Guardia Indígena, quien subrayó la importancia de esta labor para la comunidad. Además, una participante expresó que el banco de semillas debe ser “una escuela de puertas abiertas” para que el conocimiento se multiplique entre mujeres, hombres y niños, y las semillas se conserven no solo en la tierra, sino también en la memoria colectiva.
Al final de la jornada, se destacó la importancia de replicar las prácticas aprendidas entre los miembros del banco de semillas, quienes son aproximadamente 100 personas. “Si le damos el valor real a la semilla con el aprendizaje, comentando las experiencias tradicionales, hablando de momentos de siembra, cosecha y semillas con los hermanos agricultores que conforman el Banco de Semillas, logramos extender los saberes, que las buenas prácticas de conservación se mantengan“, mencionaron los participantes.
“Recuperar las semillas es importante para el hoy y para el mañana”, enfatizó uno de los agricultores participantes, resaltando el valor fundamental que tiene la preservación de las semillas para las generaciones futuras.
Así, este encuentro no solo subraya la importancia de los bancos de semillas para los pueblos indígenas, sino también su relevancia para la biodiversidad y la sostenibilidad del mundo. Como menciona una de las integrantes del Comité de Planeación, “este conversatorio es una iniciativa útil para impulsar los bancos de semilla y una necesidad para los pueblos indígenas y para el mundo“.
Con estas actividades, la iniciativa Soluciones Positivas para la Naturaleza continúa avanzando en su misión de preservar la biodiversidad del maíz, garantizando que el conocimiento ancestral perdure y se enriquezca con nuevas herramientas y tecnologías basadas en ciencia.