Mujeres de la localidad de Xesana aprendieron a elaborar un atole con amaranto, haba, pinol, yuca, papa y garbanzo, entre otros ingredientes, el cual —aseguran— les ha permitido nutrir mejor a sus hijos. Además, pretenden comercializar la receta y tener un ingreso extra.
Por: Ana Christina Chaclán, enlace de comunicación del Proyecto Buena Milpa.
22 de diciembre de 2017.
Guatemala.- Con el objetivo de fortalecer la seguridad alimentaria y disminuir la desnutrición de las familias del área rural de Totonicapán, técnicos agrícolas de la CDRO, organización que colabora con el Proyecto Buena Milpa, han impartido capacitaciones sobre la elaboración de alimentos para que las mujeres aprendan a preparar diferentes recetas usando los productos provenientes de las cosechas de sus parcelas.
En Xesana, una comunidad de Santa María Chiquimula, Totonicapán, las mujeres también aprendieron a elaborar atole con amaranto, haba, pinol, yuca, papa y garbanzo, entre otros ingredientes, el cual —aseguran— les ha permitido nutrir mejor a sus hijos. Ellas pretenden comercializar esta receta que por su riqueza en nutrientes y sabor agradable puede convertirse en una fuente de ingresos extra.
“Hemos recibido semillas, cosechadores de agua de lluvia, árboles frutales, plantas medicinales, pollos criollos y huertos, y también nos han enseñado cómo hacer una abonera, conservar los suelos e implementar barreras vivas. Me siento contenta porque ya tengo muchas opciones que me ayudan a cuidar la alimentación de mi familia y a mejorar mis ingresos”, resalta Catarina Lux, lideresa en Xesana y presidente del Grupo de Mujeres Agricultoras El Sembrador Nativo, integrado por 15 agricultoras que están siendo beneficiadas por el Proyecto Buena Milpa a través de la CDRO.
APORTES
Mynor Yax, técnico agrícola de Buena Milpa–CDRO en Santa María Chiquimula, explica que se cubren siete comunidades de ese municipio y que en cada una de ellas se instaló una parcela demostrativa para enseñarles a los agricultores cómo deben sembrar las hortalizas.
También han brindado capacitaciones para hacer un adecuado manejo agronómico del maíz, sobre temas como zoomejoramiento participativo, elaboración de abono orgánico, propiedades de las plantas medicinales y transformación de alimentos.
“Ellas aprendieron a preparar una jalea de sauco, ayote en dulce, atol y fresco de ayote, entre otras recetas, para que puedan hacer su alimento y se fortalezca la seguridad alimentaria”, dice Yax.
Capacitar a las mujeres en la preparación de diferentes recetas es vital para diversificar las dietas, ya que se les dan nuevas opciones para aprovechar los recursos que tienen en sus parcelas, y además pueden ofrecerle platillos diferentes a su familia.
La diversificación de cultivos y dietas es uno de los ejes que ha priorizado el Proyecto Buena Milpa para fortalecer la seguridad alimentaria y disminuir los niveles de malnutrición que prevalecen en las comunidades del occidente del país.