Se expusieron avances en la implementación de varias tecnologías en las parcelas de los productores.
Por: Nadia Waleska Rivera, coordinadora de Comunicación del Proyecto Buena Milpa Guatemala.
Guatemala.- Productores de las comunidades Mushnán, Lámaca, Tierra Colorada y Máquivil, de San Miguel Ixtahuacán, San Marcos, presentaron el avance de su trabajo en temas de conservación y mejoramiento de maíces nativos, implementación de tecnologías de conservación de suelos y agua y diversificación de cultivos, los cuales están encaminados a mejorar la nutrición de sus familias.
Actualmente, algunas comunidades de este municipio han sido consideradas parte del corredor seco, debido al alto impacto de la sequía que impera en estas zonas.
Durante 2 días, representantes del Proyecto Buena Milpa Guatemala y la Asociación de Desarrollo Integral para el Occidente (Adipo) visitaron las parcelas de varios productores y familias modelo, miembros de la Asociación de Desarrollo Integral de la Familia Miguelense (Difam), una organización local beneficiaria del Proyecto Buena Milpa a través de Adipo.
Visita 1. Caserío Mushnán, aldea El Zapote
Esta comunidad es una de las más lejanas del municipio de San Miguel Ixtahuacán, San Marcos, su cercanía con el municipio de Santa Bárbara, Huehuetenango, es mucha.
El amor a su familia y comunidad hace que estos productores se esfuercen cada día y busquen nuevas alternativas de vida ante la crisis climática, la marginación y el olvido en el que están sumidos. Viven en comunidades aledañas donde el único acceso son estrechas veredas, por las que deben caminar de 1 a 2 horas para llegar a la carretera principal que conduce al pueblo.
Debido a que la agricultura es la única fuente de empleo y vida, ven con preocupación cómo la tierra es cada día más infértil y ya no produce alimentos como años atrás. Con el apoyo de organizaciones locales como Difam, estas familias han logrado recuperar prácticas ancestrales de conservación de suelos y semillas nativas de varias especies; en la mayoría de los casos conservan las semillas de maíz nativo, el cual intercambian con los vecinos y las comunidades cercanas.
En esta visita, los productores expusieron sus avances en la implementación de varias tecnologías en sus parcelas. La primera experiencia fue la historia de éxito de la familia de don Jesús Hernández, considerado un productor modelo por Difam, quien ha realizado una ardua labor para mejorar su producción agrícola; sin embargo, esto ha requerido de mucho trabajo, esfuerzo, creatividad y dedicación de él y de su familia, quienes son apoyados por el Proyecto Buena Milpa Guatemala con la promoción de la soberanía alimentaria a través del mejoramiento de maíces nativos y criollos y la conservación de suelos, la cual permite una mayor calidad en la producción local.
Gustavo Bámaca, representante de Difam-Adipo, indicó que ésta es una parcela integral que se maneja como un ciclo que se va cumpliendo alrededor de la granja, donde intervienen los elementos principales, como la calidad del suelo, el agua, los bosques y las semillas locales. Todo este trabajo sirve de conexión entre el conocimiento ancestral y el científico que se promueve con los técnicos del Proyecto Buena Milpa Guatemala. Esta es una familia exitosa que pretende mejorar rendimientos a través del buen uso de los materiales locales.
Actualmente, esta parcela cuenta con semillas nativas de 1,900 y 2,000 msnm, cultivos de bledo, mostaza, nabo, frijol, maíz, caña, maní, achiote y otras especies que heredaron sus antepasados. Hoy esta familia está transmitiendo y heredando esos conocimientos a sus hijos y nietos, y esperan seguir haciéndolo.
Promueve la agricultura ancestral
Muchos productores de esta comunidad implementan la práctica local de esta familia, debido a que mantiene una estrecha conexión con los conocimientos de la cosmovisión de sus ancestros mames, como utilizar la fase lunar en la siembra de verano todos los años. Los Hernández siempre realizan la siembra del 10 al 22 de marzo, pero, debido al cambio climático y rigiéndose por la fase lunar, este año sembraron el 5 de abril.
Visita II. Aldea Tierra Colorada, San Miguel Ixtahuacán. Agricultoras mayas promueven la soberanía Alimentaria
La segunda visita se realizó en la Aldea Tierra Colorada donde se conoció la experiencia de un grupo de aproximadamente 30 mujeres mayas mames agricultoras, quienes promueven la conservación de maíces nativos, diversificación de cultivos a través de huertos familiares, conservación de suelos con abonos orgánicos y producción de semillas nativas de diversas hortalizas. Actualmente estas mujeres emprendedoras están convencidas de la importancia de la soberanía alimentaria por lo que producen semillas nativas de tomate, hierbamora, cebolla, cilantro, haba, bledo, lechuga, apio, remolacha, repollo, brócoli, apazote, y plantas medicinales como sábila, albahaca, ruda, té de limón, altamisa y otros que utilizan como medicina familiar. Con la utilización de abonos orgánicos estas agricultoras obtienen buenas producciones de hortalizas que utilizan para el consumo familiar y el excedente lo venden en el mercado local de San Miguel o con sus vecinos.
Visita III. Aldea Lámaca. Promueven la Agricultura Sostenible a través de tecnologías
Otro grupo de agricultores participantes de Buena Milpa habitan en la Aldea Lámaca, San Miguel. Aquí participan hombres y mujeres quienes han implementado varias tecnologías de mejoramiento de maíces nativos, conservación de suelos y diversificación de cultivos; lo más interesante han recuperado varias razas de maíces nativos locales, los cuales siembran y conservan.
Crean arte a través de la agricultura
La creatividad tanto de los técnicos locales y profesionales de DIFAM ha sido clave en el desarrollo de varias tecnologías agrícolas, muestra de ello es la implementación de una mándala en la cual tienen varias especies de hortalizas (rábano, cebolla, acelga, remolacha, cilantro, apio, zanahoria entre otras), además tienen plantas medicinales de lavanda, ruda, sábila, albahaca las cuales son de utilidad como repelente de insectos en las plantas. También tienen siembra de maíces nativos los cuales han rescatado y ahora conservan e intercambian entre los vecinos.
Cuidan la madre tierra
Aquí solo se utiliza abono orgánico, se tienen varios tipos de plantas medicinales, gracias al apoyo de varias organizaciones se ha logrado recuperar plantas ancestrales que utilizaban nuestros abuelos, ellos nunca recurrieron a una farmacia, la medicina natural no intoxica como los químicos indica don Juan Mejía. Además de conservar semillas y sembrar hortalizas este grupo está convencido de la importancia de cuidar la tierra como un elemento importante para obtener alimentos sanos y nutritivos por lo que hoy, ellos realizan abonos orgánicos lombricomposta y procuran dar una buena conservación de suelos a sus parcelas. Varios agricultores han implementado la técnica de conservación de suelos utilizando las curvas a nivel y barreras vivas, debido a que la textura de los suelos es pedregoso, poco profundos, suelos muy secos; ante esta realidad han adoptado la práctica cultural de colocar un molch en el suelo a manera que no evapore y pierda humedad el suelo.
El molch como es conocido por los agricultores de esta zona consiste en colocar una capa de rastrojo, hojas de árboles (pino, aliso y otras plantas) que ayude a la no evaporación y pérdida de humedad en el suelo. Normalmente se coloca cal y hojas de árbol, 15 días después de la siembra de maíz y frijol, se debe observar una altura de 10 a 15 cms en las plantas para colocar las hojas. Con esta práctica de ponerle una capa de hojas de árboles se procura guardar la humedad para que las plantas se desarrollen.
El apoyo del Proyecto Buena Milpa, ADIPO y DIFAM es brindar asistencia técnica y entregar insumos como cal para tratar de enmendar y corregir la acidez del suelo, porque los agricultores generalmente colocan hojas de pino, estas son ácidas lo que provocan que los suelos se acidifiquen y los cultivos no crezcan. También han sembrado árboles frutales, esta es una nueva técnica que se ha venido implementando en el tema de diversificación de huertos y agroforestería. Estos sistemas agroforestales son productivos porque cumplen la función de cualquier árbol de aportar frutas para alternativas de contribuir a la seguridad alimentaria de la familia.
Promueven los conocimientos endógenos
Las familias de estas comunidades pertenecen a la comunidad lingüística mam, para ellos la tierra es sagrada por ello mantienen una estrecha relación con todos los elementos de la naturaleza. Ellos desde los abuelos han dependido de estos elementos principalmente la tierra, ellos llaman madre tierra, aún se tiene costumbre de incorporar materia orgánica rastrojo, labranza mínima, antes de la siembra realizan, se tiene respeto y cariño a la madre tierra.