Después de escuchar una plática sobre Agricultura de Conservación en la plataforma de investigación San Juan del Río I (Querétaro), visitar la plataforma Indaparapeo (Michoacán) y escuchar los testimonios de los productores de esos lugares, el señor Miguel Enrique Cruz Corona decidió —hace tres años— comenzar trabajos de Agricultura Sustentable en su parcela de temporal.
Inició con la siembra de variedades adecuadas de maíz, para el tipo de suelo y las condiciones agroclimáticas de su parcela, y un mejor manejo de fertilizantes; después comenzó a dejar el rastrojo como cobertura del suelo —actualmente deja 40% del rastrojo sobre la superficie—; luego emprendió acciones de fertilización con estiércol; y ahora hace rotación de cultivos con frijol y Manejo Agroecológico de Plagas (recientemente ha instalado trampas con feromonas para el control del gusano cogollero).
Sobre los resultados, comenta que “hace años que no se veía un cultivo con ese porte y con rendimientos tan altos” (pasaron de 1 a 3.5 y 4 toneladas por hectárea). Visualmente, los beneficios de implementar innovaciones agrícolas sustentables son notorios. El cambio del sistema convencional al de Agricultura Sustentable aumentó sus rendimientos en más de 300%, abriendo la posibilidad de escalar estas prácticas innovadoras en toda la región.
Los resultados han convencido al señor Miguel de que la Agricultura Sustentable es el camino para obtener producción en condiciones de temporal, particularmente en su zona, donde hay suelos muy degradados y las lluvias son escasas (en el ejido Arcila —San Juan del Río—, donde se ubica la parcela del productor, 90% de los suelos son calcáreos, los cuales son pobres en materia orgánica y nitrógeno; tienen poca profundidad; y están erosionados, en buena medida, por el exceso de laboreo).
Para este productor innovador, una de las prácticas sustentables más útiles en su parcela ha sido el mantenimiento del rastrojo como cobertura del suelo. En lugar de quemarlo, ahora aprovecha el rastrojo para incorporar poco a poco materia orgánica al suelo y ‒sobre todo‒ para conservar la humedad en su parcela (la precipitación en la zona es de 400 a 600 milímetros anuales, aunque en lo que va de 2019 solo han sido 250 milímetros).
Por la disposición de don Miguel para compartir sus aprendizajes y su experiencia con las prácticas innovadoras que el Hub Bajío —del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— y sus colaboradores promueven en la región —con campañas como #CultivosSustentablesBajío—, se han realizado dos eventos demostrativos en su parcela, a los que han asistido alrededor de 60 productores de la región.
El productor platica a quienes acuden a ver su parcela que los buenos resultados no son solo cosechas más abundantes y suelos de mejor calidad, sino también alimentos más sanos y nutritivos que, finalmente, benefician tanto la salud propia y de su familia como la de aquellos que consumen los alimentos que él produce. Por esto, invita permanentemente a sus compañeros productores a comenzar con pequeños cambios, como él lo hizo, hasta lograr un sistema de producción rentable y ambientalmente sustentable.
Estas acciones forman parte de la campaña #CultivosSustentablesBajío, del Hub Bajío —del CIMMYT— y sus colaboradores, la cual promueve una agricultura diferente, social y ambientalmente responsable en los estados de Michoacán, Jalisco y Querétaro. En San Juan del Río, por ejemplo, existe un grupo de nueve productores que han comenzado a adoptar diferentes prácticas sustentables (en 36 hectáreas) con buenos resultados y un potencial de crecimiento en la región; con el apoyo de los ejidos, la cobertura potencial sería de 1,500 hectáreas o más.