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Se realizó un diagnóstico para conocer el estado de los suelos destinados a uso agrícola en Ojocaliente, Zacatecas, y la excesiva compactación es el principal problema.
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Prácticas sustentables derivadas de la Agricultura de Conservación constituirán la base de la estrategia para recuperar los suelos desgastados.
Por: Edith Flores Romo, formadora MasAgro en Zacatecas, Hub Intermedio Grano Pequeño.
2 de abril de 2019.
Ojocaliente, Zac.- Para que los productores de las zonas semidesérticas del sureste de Zacatecas —particularmente el municipio de Ojocaliente— conocieran el estado de sus tierras, se realizó un taller teórico-práctico en el que se tomaron muestras de suelo que serán analizadas para realizar un diagnóstico preciso y formular soluciones pertinentes a las problemáticas de compactación y erosión que predominan en aquella región. La actividad estuvo a cargo de colaboradores del Hub Intermedio Grano Pequeño —del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— y formadores MasAgro, con la colaboración del Grupo Agrocime y la Unidad Académica de Agronomía de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ).
El taller ‘Diagnóstico de parcela y toma de muestra para análisis de suelo’ deriva de la metodología desarrollada por el CIMMYT para la implementación de la Agricultura de Conservación. Este sistema de producción sustentable ha permitido a varios productores zacatecanos recuperar sus suelos y elevar su productividad, por lo que gran parte de los asistentes acudió al taller por recomendación de estos pioneros de los principios de la Agricultura de Conservación.
El sureste de Zacatecas presenta características comunes que lo convierten en un punto crítico para la agricultura. Sus suelos excesivamente compactados por el paso de la maquinaria agrícola o de los animales de arrastre, o bien desgastados por la erosión del viento o los escurrimientos, han perdido la materia orgánica que las plantas necesitan, haciendo que sus raíces no puedan crecer debido a la dureza y afectando la productividad agrícola de la región.
Para diseñar estrategias pertinentes que les permitan a los productores mitigar el daño y elevar su productividad, al mismo tiempo que cuidar el medioambiente, los técnicos del Hub Intermedio Grano Pequeño y los formadores MasAgro —junto con sus colaboradores y los propios productores— aplicaron técnicas de muestreo y exploración del terreno (como calicatas y transectos) y realizaron diversas pruebas para determinar la condición de las parcelas: su grado de erosión, compactación e infiltración y la presencia de organismos vivos.
Entre las pruebas realizadas destacan las que permitieron a los productores usar el infiltrómetro (para medir la capacidad de infiltración de agua en los suelos) y el penetrómetro (para conocer el nivel de dureza de los suelos), pues se pueden observar los resultados al momento de su utilización. En voz de los propios productores, la resistencia que presentó el suelo al ser penetrado les hizo reflexionar sobre la necesidad de adoptar nuevas prácticas agrícolas —más sustentables— para revertir la actual afectación de sus suelos.