Santo Domingo Nuxaá, Oax.- Las leguminosas son de gran importancia para la alimentación mundial y la regeneración del suelo (ya que los nódulos en las raíces fijan nitrógeno y alimentan a la planta y al suelo). Estas plantas tienen un gran porcentaje de proteína, son un alimento accesible y de bajo costo que puede sustituir a la carne (por lo que contribuyen a la seguridad alimentaria de las comunidades). Alrededor del mundo existen miles de especies y variedades de leguminosas que se adaptan a distintos climas y regiones.
Para conocer qué leguminosas se adaptan mejor a las localidades de Ojo de Agua y El Oro —en el municipio de Santo Domingo Nuxaá, Oaxaca—, productores de la zona junto con técnicos del despacho General Gabino Lozano San Miguel y del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) evaluaron la adaptabilidad del haba, el chícharo, la lenteja, el frijol y la alverja durante los ciclos agrícolas otoño-invierno 2018-2019 (O-I) y primavera-verano 2019 (P-V). Esto, como parte del proyecto ‘Fortalecimiento del Acceso a Mercado para Pequeños Productores de Maíz y Leguminosas en Oaxaca, Chiapas y Campeche’ —impulsado por Walmart Foundation y el CIMMYT—.
Normalmente los productores de Santo Domingo Nuxaá solo realizan la siembra de algunas leguminosas en un solo ciclo agrícola (normalmente frijoles y alverjas) y algunos establecen el sistema milpa, donde incluyen frijoles enredadores y haba, por lo que es conveniente promover y difundir la adopción de una mayor variedad de leguminosas (y conocer sus características agronómicas como días de germinación, floración y madurez fisiológica, cosecha, precocidad, tolerancia a sequías o exceso de humedad, rendimientos, etc.), para que los productores cuenten con mayor diversidad de alimentos y la alimentación de sus familias tenga mayor aporte protéico:
Con semillas proporcionadas por el CIMMYT (a excepción de la alverja establecida en el ciclo P-V 2019, que fue una semilla local del productor en cuya parcela se hizo la evaluación), los resultados del estudio permitieron conocer la adaptabilidad de las especies mencionadas, siendo el chícharo, la alverja y el frijol las que mostraron mejor adaptabilidad a las condiciones agroclimatológicas de la región (el haba mostró mucha susceptibilidad a la húmedad durante el temporal y debido al exceso de humedad durante el ciclo P-V no llegó a la etapa de cosecha), mientras que la lenteja fue la especie más precoz de todas (aunque la maduración del grano no fue homogénea y hubo dificultades en la trilla debido a su alta demanda de mano de obra).
Cabe mencionar que los rendimientos obtenidos en la vitrina establecida en el ciclo P-V superaron significativamente los alcanzados en el O-I (gráfica 1), siendo el chícharo el cultivo que logró mantener rendimientos estables en ambos ciclos. También es importante destacar que la vitrina establecida en el ciclo O-I se vio afectada por atrasos en la siembra, debido a que la humedad del suelo fue muy baja y el tiempo de sequía fue muy largo —permitiendo que las leguminosas mostraran su tolerancia a estas condiciones—.
Así, con trabajo colaborativo, se comprobó la adaptabilidad de diferentes especies de leguminosas en ambos ciclos agrícolas, evidenciando su gran resistencia y tolerancia a las sequías, su utilidad para reducir el uso de fertilizantes nitrogenados, su contribución a la seguridad alimentaria y su adaptación a suelos degradados, poco profundos y con baja fertilidad (pudiéndose utilizar para evitar la erosión, como cultivos de cobertura o en rotación). Con esta información los productores locales podrán tomar las mejores decisiones en beneficio de ellos y de sus familias.