Para atender las necesidades de los productores de esta región, el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y sus colaboradores en Michoacán han instalado tres módulos, es decir, espacios donde se comparan las prácticas sustentables propuestas y las prácticas convencionales que prevalecen en la región.
Uno de los módulos es también una vitrina de maíces híbridos para Valles Altos —región de la Mesa Central (antes Altiplano Central) situada entre los 2,200 y 2,600 metros sobre el nivel del mar—. Las evaluaciones en este espacio buscan identificar los materiales más adaptables para la zona a fin de obtener mejores rendimientos.
Hasta ahora, y dada la recurrente presencia de siniestros provocados por fenómenos climatológicos como las heladas, estas variedades han mostrado ser susceptibles a plagas y enfermedades, pero cuentan con mucha tolerancia al acame —doblez o inclinación que sufre el tallo de las plantas—.
En los otros dos módulos restantes —ubicados en Turícuaro, municipio de Nahuatzen y Cheranástico, municipio de Paracho, respectivamente— se sembraron materiales precoces y con adaptación a distintos ambientes bajo condiciones de temporal. La variedad H-40 (gráfica 1), un maíz precoz, tolerante a la sequía, con porte bajo y resistente al acame ha destacado también por sus rendimientos y sería una opción muy viable para hacerle frente a los cambios drásticos de temperatura frecuentes en la región, como las heladas.
Los productores que acudieron a la demostración de resultados en días pasados se mostraron interesados en probar los nuevos materiales y también en la recomendación de acompañar su sistema de producción de granos básicos con la siembra de leguminosas como el frijol, haba, garbanzo y grass pea.
Lo anterior es importante porque, junto a la simbiosis con algunas bacterias del suelo, las leguminosas pueden transformar el nitrógeno atmosférico en un nitrógeno asimilable para cultivos como el maíz. Además, cumplen un papel importante en el manejo de diversidad funcional, atrayendo insectos benéficos muy necesarios para lograr un manejo agroecológico de plagas.