El hepatocarcinoma, el tipo más frecuente de cáncer de hígado, representa la tercera causa de muerte por cáncer en México (Revista Médica del IMSS, 2018), donde se ha observado un incremento en la incidencia de esta patología desde hace varias décadas.
Si bien este tipo de cáncer comúnmente está asociado a la cirrosis y la hepatitis, otros factores de riesgo incluyen toxicidad por hierro, algunos trastornos metabólicos y exposición a aflatoxinas, que son un tipo de sustancias producidas por ciertos hongos en cultivos como el maíz, el cacahuate, la semilla de algodón y los frutos secos.
La Asociación Mexicana de Lucha contra el Cáncer, de hecho, considera que uno de los factores que aumentan el riesgo de padecer cáncer primario de hígado es la exposición a aflatoxinas, mismas que describe como venenos producidos por mohos que crecen en cultivos mal almacenados.
De acuerdo con un estudio reciente del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), las estrategias previas y posteriores a la cosecha pueden ayudar a mitigar la contaminación de los granos. Las alternativas que este Centro brinda para un adecuado almacenamiento son particularmente relevantes porque se ha encontrado que el maíz cultivado en México y Centroamérica presenta niveles de micotoxinas hasta 380 veces más altos que los niveles máximos establecidos.
En México, refiere el estudio, el maíz está contaminado principalmente por micotoxinas pertenecientes a los grupos de aflatoxinas y fumonisinas, producidos por los hongos Aspergillus y Fusarium, respectivamente, las cuales son motivo de preocupación para la salud pública.
El estudio revisa las distintas estrategias de gestión de aflatoxinas y fumonisinas, desde el uso de variedades tolerantes de maíz, buenas prácticas de cultivo, control biológico de plagas y enfermedades, estrategias posteriores a la cosecha y los efectos del procesamiento de granos en la reducción de micotoxinas (incluida la cocción, el tostado, la elaboración de palomitas de maíz y la nixtamalización).
La información presentada por los investigadores hace evidente la importancia de buenas prácticas poscosecha, tales como el secado óptimo; la clasificación de granos (práctica que tiene el potencial de reducir los niveles de aflatoxinas y fumonisinas en un 40-95%); el uso de agentes acondicionadores, la gestión de la calidad de los granos, las tecnologías de almacenamiento hermético y la optimización de las condiciones de almacenamiento.
En un contexto donde el riesgo de exposición a las micotoxinas es alto y donde la aplicación de métodos para tratar los granos contaminados es limitada, es importante difundir tecnologías como la nixtamalización, prácticas simples como la limpieza de granos y el uso de tecnologías herméticas como parte de una salud pública integral.
Desde el CIMMYT se promueven campañas como #ConservaTuCosecha que brinda a la sociedad recomendaciones sencillas y prácticas para el adecuado almacenamiento de granos. Además, se continua con investigaciones como la descrita en beneficio de toda la sociedad. Te invitamos a leer el artículo completo en:
Odjo, S., Alakonya, A. E., Rosales-Nolasco, A., Molina, A. L., Muñoz, C., & Palacios-Rojas, N. (2022). Occurrence and postharvest strategies to help mitigate aflatoxins and fumonisins in maize and their co-exposure to consumers in Mexico and Central America. Food Control, 108968. https://doi.org/10.1016/j.foodcont.2022.108968