En el marco del Día Nacional del Maíz, que se celebra cada 29 de septiembre, es fundamental recordar la importancia de preservar y conservar la diversidad genética de este grano básico para la cultura y alimentación de México.
En los estudios recientes sobre la biodiversidad del maíz, se ha discutido ampliamente sobre los diferentes grupos y subgrupos dentro del género Zea, del cual proviene el maíz. Si bien el maíz se origina de Zea parviglumis, su diversificación se debe a la selección ocurrida por muchos años, además del cruzamiento de esos maíces antiguos con otros géneros de Zea como: Zea mexicana, Zea luxurians, Zea nicaragüensis, Zea huehuetenangensis, etcétera. A partir de estos procesos, se originaron las razas nativas, que son variedades de maíz adaptadas a condiciones locales específicas gracias al mejoramiento realizado por los pueblos originarios durante generaciones.
Cristian Zavala, investigador y experto en conservación de germoplasma de CIMMYT, explica: “Cuando hablamos de ‘razas’ de maíz, nos referimos a las variedades nativas, mientras que los ‘criollos’ son aquellas variedades que, aunque originarias de una región específica, han sido trasladadas y adaptadas a nuevas regiones por la intervención humana”. Un ejemplo de esto sería una variedad nativa de Toluca que se adapta a las condiciones de Puebla, lo que lo convierte en un maíz criollo.
El CIMMYT desempeña un papel crucial en la conservación de estas variedades de maíz. Zavala destaca que el centro resguarda material genético de 413 razas identificadas dentro de su Banco de Germoplasma, aunque muchas de estas ya no se siembran en campo y se estima que más del 50 % de estas variedades se ha perdido en los territorios.
Asimismo, Zavala señala que algunas razas, como Jala, Pepitilla o el Palomero Reventador de Nayarit, están en alto riesgo de desaparecer debido a la falta de interés en su siembra. Sin embargo, el CIMMYT continúa con su ardua labor de conservación, resguardando no solo las razas aún sembradas, sino también aquellas que han desaparecido.
En esta tarea de conservación de variedades nativas, CIMMYT colabora con 72 países y resguarda accesiones colectadas de 83, manteniendo abierta la posibilidad de colaborar con cada uno de ellos en caso de que requieran repatriar sus colecciones, las cuales se preservan en el Banco de Germoplasma del CIMMYT, el cual cuenta con 28 mil colecciones únicas de semillas de maíz y más de 150 mil de trigo, un patrimonio biocultural de México y el mundo.
Así, en torno al Día Nacional del Maíz, es relevante reconocer la importancia de proteger y resguardar la agrobiodiversidad del maíz en México, tarea crucial para seguridad alimentaria de las actuales y futuras generaciones.